Coronavirus: obtener una vacuna es sólo el principio

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Aún cuando se obtenga una vacuna contra el Covid-19, aún faltaría un largo camino para que llegue a todo el mundo. Estos son los retos. Cada vez más laboratorios están haciendo avances importantes para obtener una vacuna contra el nuevo coronavirus y se cree que podría tenerse en un tiempo récord. Lea Coronavirus: ONU pide ‘vacuna del pueblo’, accesible para todos

Sin embargo, especialistas consideran lograr la vacuna será solo el principio para terminar con el Covid-19, pues el siguiente paso crucial es hacerla llegar a la gente. Eso entraña sus propias dificultades.

Especialistas consideran lograr la vacuna será solo el principio para terminar con el Covid-19. Foto: Reforma

Manufacturación y distribución

La manufacturación de una vacuna es muy compleja: se necesita equipo e insumos especiales para mantener los ingredientes en condiciones estériles. El esfuerzo por producir la vacuna en la cantidad que se requiere ante el Covid-19 será algo nunca visto.

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Aunque grandes fábricas de vacunas han surgido en los últimos años, como una de Johnson & Johnson en Holanda se necesitaría de ajustes importantes para cumplir con la demanda. Y ahí no termina el problema.

Ahora, ¿cómo voy a distribuirlo? ¿En qué se distribuirá? ¿Qué necesito pedir ahora para asegurarme de tener la capacidad de distribución? Las botellas pequeñas, los camiones…”

Gustave F. Perna, General designado para manejar la distribución en EU, en entrevista con The NYT.

Otro obstáculo que no debe obviarse es el de los suplementos para la aplicación de la vacuna: jeringas, toallas desinfectantes y curitas, también tendrán que producirse y distribuirse a mayor escala de la habitual.

Corrupción y acaparamiento

El deseo de un bien preciado y escaso también puede provocar casos de corrupción. Meses después de que se empezara a distribuir la vacuna de la polio en Estados Unidos, en el Congreso se pasó una ley para dar prioridad a los menores de edad.

Sin embargo, se reportaron casos de acaparamiento, venta a precios exhorbitantes en el mercado negro y otros. Un fabricante de la vacuna, por ejemplo, planeaba vacunar primero a sus empleados a sus hijos, y envió una carta a los accionistas para prometerles que sus hijos y nietos tendrían prioridad.

La desigualdad global

En otras condiciones la distribución de la vacuna podría obedecer a otros criterios sobre zonas y países más afectados, pero en medio de una pandemia global todos competirían por hacerse de las dosis disponibles. Los países más pobres -que también son los que, en general, tienen un sistema de salud menos capaz- tendrían las de perder.

Esta diferencia ya ha impactado antes en el transcurso de la pandemia: los países más ricos pudieron ofertar más a empresas fabricantes de ventiladores mecánicos, insumos médicos y pruebas para acaparar estos recursos, en detrimento de otras naciones. Algo similar podría pasar con esta vacuna.

Conspiracionistas antivacunas

En redes sociales ya corren muchas teorías que relacionan al Covid-19 con las antenas 5G, medicamentos milagro falsos, etc. Pero la desinformación podría tornarse más peligrosa, especialmente por la presencia de los antivacunas.

Si estos grupos conspiracionistas se movilizan contra la aplicación de la nueva vacuna se convertirán en otro de los grandes obstáculos para acabar con el Covid-19, pues será más difícil que se alcance la inmunidad de grupo requerida para que el virus deje de circular.

Recientes brotes de sarampión han estado ligados a la presencia de grupos antivacunas en varias partes del mundo, así que la amenaza de no debe desestimarse.

Una solución: variadas y gratis

Una forma de enfrentar algunas de estas dificultades es que más de una de las decenas de vacunas que se están desarollando resulte útil y que puedan distribuirse gratuitamente.

Si varias vacunas resultan útiles, sería más fácil que los laboratorios puedan cumplir con la demanda.

“La esperanza es que todas, en algún nivel, sean efectivas, y ciertamente eso es importante porque necesitamos más de una”, Emilio Emini, director del programa de vacunas de la Fundación Bill y Melinda Gates.

También la ONU, la Unión Europea y otros organismos han llamado a que las patentes de la nueva vacuna sean liberadas para que todos los países puedan acceder a ella.

“Estas vacunas tienen que ser un bien público. No estamos a salvo hasta que todos estén a salvo”, Helen Clark, Ex Primera Ministra de Nueva Zelanda.