Han pasado más de dos años desde el inicio de la pandemia que, vale aclararlo, aún no ha finalizado a pesar de que estamos en una situación mucho mejor que la que tuvimos en 2020 y 2021. Debido a la situación actual de COVID-19 se han podido descifrar cuatro síntomas que se han confirmado tras repunte de casos.
Ejercicios básicos de terapia pulmonar después de sufrir covid-19.
Con el surgimiento de nuevas variantes los síntomas del virus también han evolucionado. Inicialmente se consideró fiebre, tos y pérdida o cambio en el sentido del olfato o del gusto como los principales síntomas que podrían indicar una infección por COVID. Ahora bien, es necesario hacer una actualización ya que hay que estar atento a síntomas que incluyen dolor de garganta, nariz tapada o que moquea y dolor de cabeza.
¿Cuáles son los cuatro nuevos síntomas que se asocian con el COVID-19?
Las lesiones en la piel son una de ellas. Para poner en contexto, un estudio hecho en 2021 en el Reino Unido determinó que uno de cada cinco pacientes solo presentaba una erupción cutánea y ningún otro síntoma. Algunas personas pueden experimentar una erupción maculopapular generalizada (áreas planas o elevadas de piel descolorida), mientras que otras pueden presentar urticaria (áreas elevadas de piel con picazón).
Las uñas covid es otra de ellas y acá vale distinguir entre las Líneas de Beau que son hendiduras horizontales que se producen en la base de las uñas de las manos o de los pies cuando hay una interrupción temporal en el crecimiento de las uñas debido a un estrés físico en el cuerpo. También se hallan las Líneas de Mees que aparecen en las uñas, que se cree que son causadas por la producción anormal de proteínas en el lecho ungueal. Y finalmente un patrón de media luna roja que se desarrolla en la base de las uñas (el mecanismo subyacente a este cambio no está claro).
Especialista explica si vacunas son efectivas contra variantes covid.
La pérdida de cabello es otro síntoma definido y, en este caso, el más común. Fue especialmente frecuente entre las personas que tenían COVID grave y en las mujeres blancas. Se cree que esto se debe a que el cabello “percibe” el estrés en el cuerpo, lo que lleva a una caída excesiva. De hecho, la caída del cabello también puede ser desencadenada por otros eventos estresantes, como el trabajo. La buena noticia es que con el tiempo el cabello vuelve a crecer a la normalidad. Y finalmente, la pérdida de audición y tinnitus es otro.
En un estudio de revisión que incluyó a 560 participantes, se produjo pérdida de audición en el 3.1 por ciento de los pacientes con COVID, mientras que el tinnitus se produjo en el 4.5 por ciento. En un estudio de 30 personas a las que se les había diagnosticado COVID y 30 a las que no (ninguna con problemas auditivos preexistentes), los investigadores encontraron que la COVID estaba asociada con daños en el oído interno que provocaban problemas de audición en frecuencias más altas. Si bien para la gran mayoría de los pacientes esto se resuelve por sí solo, se han informado casos de pérdida auditiva permanente relacionada con esta afección.