No obstante, los participantes en el estudio que contrajeron covid —a quienes, en promedio, se les realizó su segundo escáner del cerebro después de cuatro meses y medio de la infección— tuvieron una pérdida mayor que los participantes que no se infectaron: una pérdida adicional de materia gris de entre 0,2 y 2 por ciento en distintas regiones del cerebro durante los tres años entre un escaneo y otro. También perdieron más volumen cerebral en general y presentaron un daño tisular mayor en algunas regiones.
“Lo que me sorprende mucho es la cantidad adicional que se perdió y lo generalizada que es esta pérdida”, comentó Spudich, quien se ha dedicado a estudiar los efectos neurológicos de la covid. “Yo no habría esperado que el porcentaje fuera tan diferente”.
Es posible que los efectos sean considerables en particular porque en el estudio participaron principalmente personas para quienes —al igual que para la mayoría de los pacientes con covid de la población en general— la infección inicial no fue grave y no estuvieron tan enfermos como para requerir hospitalización.
La autora que encabezó el estudio, Gwenaëlle Douaud, profesora del departamento de neurociencias clínicas en la Universidad de Oxford, señaló que a pesar de que el número de personas del estudio que fueron hospitalizadas (15) era demasiado pequeño como para que los datos fueran concluyentes, los resultados indicaron que su deterioro cerebral era mayor que el de los pacientes que no fueron muy afectados.
Las personas que tuvieron covid también presentaron un mayor deterioro en una prueba cognitiva relacionada con la atención y la eficiencia en la realización de una tarea compleja. Pero tanto los especialistas externos como Douaud señalaron que las pruebas cognitivas eran muy básicas, así que el estudio no dice gran cosa acerca de si la pérdida de materia gris y el daño tisular que mostraron los pacientes con COVID-19 afectaron su capacidad cognitiva.
“A ninguno de ellos se les realizaron pruebas cognitivas lo suficientemente exhaustivas como para saber si tenían alguna deficiencia importante en muchas de estas regiones donde descubrieron cambios de volumen”, explicó Benedict Michael, profesor adjunto de Infecciones neurológicas en la Universidad de Liverpool, quien investiga los efectos neuropsiquiátricos de la covid y no participó en el estudio. “No sabemos si en realidad tienen alguna repercusión en la calidad de vida o el desempeño de los pacientes”.