Un nuevo estudio confirma que ese cambio que deberías hacer en tu dieta puede alargar tu vida hasta 10 años

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Que comer mucha carne roja no es bueno para tu salud ya lo sabías, pero un nuevo estudio realizado por inve stigadores de la Universidad de Teesside ha cuantificado exa ctamente qué cambios, además de ese, puedes hacer en tu dieta para vivir más tiempo y estar más saludable.

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El estudio analiza los diez últimos años de estudios relacionados con alimentación y longevidad. Concretamente, se enfoca en los estudios de hábitos de alimentación y mortalidad de hombres y mujeres en Estados Unidos, China y Europa. Las conclusiones de este meta-estudio que se acaba de publicar en PLOS Medicine es que con tan solo cambiar ciertos hábitos alimenticios hacia lo que ellos denominan una dieta óptima podríamos aumentar nuestra esperanza de vida en hasta diez años. Por ejemplo, a los 60 años de edad cambiar a esa dieta prolonga la esperanza de vida en 8 años más.

El secreto de esos hábitos alimenticios en realidad no es ningún secreto. Es lo que los médicos y los nutricionistas llevan repitiéndonos La dieta óptima consiste en aumentar nuestra ingesta de legumbres (lentejas, alubias, garbanzos…) y grano entero (avena, cebada o arroz integral), vegetales y frutos secos (nueces, almendras, avellanas…) al mismo tiempo que reducimos la ingesta de alimentos procesados, alimentos con altos índices de grasa o azúcar, comida prefabricada y carnes rojas.

Obviamente, no es fácil hacer ese cambio de la noche a la mañana, pero los autores matizan que cualquier aproximación a esa dieta ideal ya ayuda a aumentar la esperanza de vida en personas más jóvenes. Eso sí, los remedios milagrosos no existen, así que para obtener esos beneficios hay que cambiar nuestra dieta a mejor durante un período de tiempo muy prolongado (alrededor de diez años).

El estudio no está exento de inconvenientes. Las evidencias, por ejemplo, en torno al consumo de huevos o carnes blancas no es tan sólida como las de otros alimentos. Tampoco se tienen en cuenta otros factores que afectan mucho a la esperanza de vida y a hacer de esta saludable como el sedentarismo, la obesidad, las condiciones genéticas previas o el consumo abusivo de tabaco, alcohol u otras sustancias. Aún queda mucho camino por recorrer antes de dar con una dieta definitiva que nos haga más longevos, pero parece que las legumbres, las verduras o los frutos secos siguen ganando posiciones en esa carrera. Nada nuevo bajo el Sol. [PLOS Medicine vía Science Alert]