Herrera sorteó con ortodoxia el huracán que descolocó la economía del planeta

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Arturo Herrera deja la Secretaría de Hacienda con una contención de la deuda en plena crisis económica derivada de la pandemia de la COVID-19. Ahora, de ser ratificado, llegará al Banco de México con la encomienda de implementar un enfoque “con dimensión social”.

-Con información de Guadalupe Fuentes

Ciudad de México, 15 de julio .– Conservador no es una palabra que tenga lugar en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Pero en el caso de Arturo Herrera Gutiérrez se trata de una virtud. Mantener la contención de la deuda, implementar políticas de austeridad, no gastar más de lo debido, y además de tener un brazo de recaudación eficiente en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) le permitieron —en su paso por la Secretaría de Hacienda— por un lado no endeudar al país, y por el otro lograr ingresos tributarios a niveles récord, dos medallas que no podrían colocarse todos los ministros de Hacienda del mundo.

Arturo Herrera asumió la titularidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en julio de 2019, en la antesala de la crisis económica mundial que ha generado la epidemia de la COVID-19. No obstante, en esta cartera el ahora nominado como Gobernador del Banco de México implementó un manejo estricto de la deuda con el objetivo de mantener finanzas públicas sanas, el cual se basó en una estrategia de refinanciamientos para mejorar el perfil y costo de la deuda, acompañada de un superávit primario positivo y balances presupuestarios en una senda de sostenibilidad, y sobre todo el evitar el uso de endeudamiento adicional al autorizado por el Congreso en los paquetes económicos aprobados.

“Esta —(la pandemia)— es una de las situaciones más inusuales que se haya dado en la economía, donde la tasa de crecimiento de la actividad económica depende de un tema sanitario, no depende de la tasa de interés, no depende del gasto público, no depende del tipo de cambio; el principal componente es la velocidad a la que llegan las vacunas, y después ya va a seguir lo que es la recuperación poscovid”, comentó el propio Herrera el pasado 9 de junio en entrevista con Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado, en el programa “Los Periodistas” de SinEmbargo Al Aire.

En ese sentido, las cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI) —citadas por la Secretaría de Hacienda— refieren que el incremento en la deuda como porcentaje del PIB en México de 2019 a 2020 fue de 7.3 puntos porcentuales del PIB, una cifra que se encuentra por debajo de otras naciones de la región como Brasil (11.3 pp del PIB), Colombia (10.5 pp del PIB) y Perú (8.3 pp del PIB), al igual que de otras economías emergentes como Sudáfrica (14.9) y de economías avanzadas como Japón (21.4 pp del PIB) y Estados Unidos (18.9 pp del PIB).

Los mismos datos muestran cómo en 2019 el nivel de endeudamiento, como porcentaje del PIB, se redujo del 44.9 por ciento en 2018 a un 44.5 por ciento, y cómo pasó en 2020 —ya en la pandemia— a un 53.3 por ciento, según el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP).

La propia Secretaría de Hacienda ha destacado cómo México tiene una política de manejo de pasivos y monitoreo continuo de los mercados internacionales “con el objetivo de encontrar ventanas de oportunidad para reducir el riesgo del portafolio, mejorar el perfil de vencimientos y reducir el costo financiero de la deuda”.

De esta manera, señaló la dependencia en abril pasado, durante los primeros 26 meses de la actual administración —es decir de diciembre de 2018 a febrero de 2021— se ha refinanciado el equivalente de 610 mil millones de pesos con el objetivo de reducir las amortizaciones de deuda externa e interna en el corto plazo.

“De esta forma, se han refinanciado el equivalente a 10 mil millones de dólares de la deuda externa a través de operaciones de mercado y 408 mil millones de pesos de la deuda interna a través de permutas entre instrumentos denominados en pesos y UDIs (Unidades de Inversión)”, refirió la dependencia.

El propio Herrera explicó en la entrevista con SinEmbargo Al Aire que hay que entender que todos los países tienen condiciones distintas ya que no es lo en Estados Unidos que tiene unas tasas de interés 0, “entonces pueden tener un programa contracíclico de 1.9 trillones en el sentido norteamericano de dólares, financiándose con deuda que paga 0 de interés”, que México, donde la tasa de interés es de 4 por ciento “y de ahí para arriba nos la cobran”.

Además, indicó que ha habido países latinoamericanos que en los momentos álgidos del COVID, “y uno no puede echarles la culpa, no se sabía lo que iba a pasar”, tomaron deuda importante y ahora están teniendo problemas. “Yo creo que estamos dejando condiciones muy buenas para lo que va hacer la economía poscovid”.

SAT: EL BRAZO RECAUDADOR

Considerada por el Presidente López Obrador como “una mujer extraordinaria y honesta”, Raquel Buenrostro Sánchez asumió las riendas del SAT en enero de 2020 con la misión de aumentar la recaudación en México, un objetivo que ha logrado haciendo que grandes empresas como América Móvil, Coca-Cola y Walmart paguen impuestos en un tiempo récord, y que la ha vez ha ayudado al Gobierno a obtener recursos.

Esta estrategia llevó a que en 2020 el SAT lograra una cifra récord en recaudación. No obstante, México sigue ocupando el último lugar de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en recaudación tributaria respecto al Producto Interno Bruto (PIB).

Al cierre del año pasado, México alcanzó la cifra más alta de recuperación por fiscalización, con 123.4 pesos por cada peso invertido, es decir, se obtuvieron 385 mil 800 millones de pesos, la mayor recaudación de la historia por este tipo de actos, de acuerdo con el informe tributario y de gestión del cuarto trimestre de 2020 del SAT.

Pero fueron los grandes contribuyentes los que representaron el gran colchón en tiempos de crisis: inyectaron al menos 1.3 billones de pesos al Gobierno federal, lo que representó el 52 por ciento de los ingresos tributarios totales de 2020.

Esto significa que los grandes contribuyentes habrían aportado el 7.5 por ciento del Producto Interno Bruto de México en el último año fiscal. Una cantidad de dinero que alcanza, por ejemplo, para cubrir las pérdidas acumuladas de Petróleos Mexicanos (Pemex) en los últimos cinco años o para duplicar el gasto federalizado —que es el dinero que la Federación le da a estados y municipios— de 2021.

En la actualidad, sólo el 0.02 por ciento de todos los contribuyentes activos con obligaciones fiscales está inscrito en la lista de grandes contribuyentes. Se trata de 11 mil 730 personas físicas y morales nacionales y extranjeras que incluyen agentes forrados de dinero, entre los que figuran perfiles más allá de billonarios como Carlos Slim Helú, o de grandes conglomerados industriales como Coca-Cola.

Lo que también coadyuvó a la recaudación de 2020 fue la reforma aprobada en el Senado de la República que prohibe la condonación de impuestos a grandes empresas y corporativos en México. Actualmente, ocho grandes compañías han cubierto adeudos que, por años, acumularon con el SAT.

Las empresas que desde el 2020 se regularizaron con el fisco son: América Móvil, Walmart de México, Femsa, IBM de México, Minera Fresnillo, Grupo Modelo, Grupo Lala y BBVA, además de personajes como Miguel Herrera, quien fuera director técnico del Club América y la Selección Nacional de futbol.

PENDIENTES: INVERSIÓN Y PIB

Aunque analistas económicos consideran que Arturo Herrera tuvo un manejo prudente de las finanzas públicas, los dos indicadores donde aún hay pendientes son en la inversión y el PIB.

De acuerdo con el “Informe sobre las inversiones en el mundo 2021”, realizado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), México se ubicó entre los 10 países que recibieron más inversiones extranjeras en 2020. Pasó del lugar 14 al 9.

Pese a este avance en el ranking, la captación disminuyó en un año, pues en 2019 captó 34 mil millones de dólares, mientras que en 2020 la cifra ascendió a 29 mil millones de dólares.

Una revisión de los datos reportados por el Inegi arrojan que, efectivamente, la Inversión Extranjera Directa (IED) tuvo un retroceso en el periodo de Herrera en la Secretaría de Hacienda.

Por ejemplo, en el tercer trimestre de 2019 (julio a septiembre), la captación de nuevas inversiones fue de 97 mil 269 millones 91 mil pesos y para el cuarto trimestre de ese año (octubre a diciembre), la inversión fue de 61 mil 348 millones 74 mil pesos.

En 2020, la IED total fue de 563 mil 85 millones 440 mil pesos (cerca de 29 mil millones de dólares) y así se movieron en el año:

Primer trimestre: 51 mil 950 millones 85 mil pesos.

Segundo trimestre: 18 mil 224 millones 99 mil pesos.

Tercer trimestre: 35 mil 38 millones 65 mil pesos.

Cuarto trimestre: 33 mil 917 millones 97 mil pesos.

El primer trimestre de 2021, las nuevas inversiones se ubicaron en 44 mil 895 millones 23 mil pesos.

Mejorar el PIB es otro de los pendientes que dejará Arturo Herrera al próximo titular de la Secretaría de Hacienda, pues durante su gestión tuvo más caídas que avances.

De acuerdo con datos del Inegi, en el tercer trimestre de 2019 el PIB se ubicó en 0.1 por ciento respecto al trimestre inmediato anterior. Para el cuarto trimestre de ese año disminuyó a 1.1 por ciento.

En 2020, año de la pandemia, el primer trimestre se ubicó en -1.1 por ciento y en el segundo en -16.9 por ciento. En el tercer trimestre hubo una mejora al ubicarse en 12.5 por ciento y el cuarto trimestre finalizó en 3.2 por ciento.

El primer trimestre de este año, el PIB se ubicó en 0.8 por ciento.