López Obrador: “Medios de comunicación e intelectuales se burlaron de la propuesta a España de pedir perdón por la conquista”

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López Obrador durante la petición de perdón por agravios al pueblo maya, el pasado 3 de mayo. Presidencia

Meses después de llegar a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador solicitó al monarca español que España pidiera disculpas por los desmanes y excesos que la conquista ocasionó en lo que ahora es México. La polémica fue mayúscula, origen de un conflicto diplomático que, finalmente, no pasó a mayores. Pero ese capítulo persigue al presidente mexicano, que en numerosas ocasiones es interrogado sobre él, más en este año, que es cuando se conmemora el quinto centenario de la invasión extranjera que llegó con sangre y fuego hasta el corazón de Tenochtitlan, la actual capital del país, además de los 200 años de independencia de la Corona española. “Hay quien dice que lo que pasó ya se olvidó, pero hay todo un movimiento de gente que derriba estatuas, en Estados Unidos, por ejemplo. Esos sentimientos existen todavía. Nosotros enviamos una carta [al Rey de España] de manera respetuosa y ni siquiera tuvieron la delicadeza de responderla. Les faltó humildad”, ha dicho hoy interrogado por un periodista. El Gobierno en aquel momento sí contestó a las autoridades mexicanas.

El presidente se duele todavía de que aquella misiva en la que planteaba un perdón conjunto al más alto nivel entre el Gobierno mexicano y el español en aras de “construir una reconciliación con el pasado del país” se tomara “con arrogancia” y se “hiciera burla de la propuesta”. Él ha trabajado por su parte en los últimos meses en esos “gestos” de reconciliación interna. Por parte del Gobierno mexicano se ha pedido disculpas al pueblo chino, masacrado en Torreón (Nuevo León) en 1911. Y también a los mayas, duramente eliminados en la guerra de Castas en la península de Yucatán. Faltan los yaquis, también torturados y esclavizados en el norte del país en tiempos del porfiriato: 15.000 asesinados a quienes se les pedirá también perdón.

España, sin embargo, no consideró necesario el perdón solicitado aquel marzo de 2019. “Solo la filtraron a la prensa y empezaron los ataques a mi persona y al Gobierno de autoridades e intelectuales promonárquicos. Vargas Llosa, Arturo Pérez-Reverte y periódicos como EL PAÍS, las radios, las televisiones, todos burlándose de nuestra petición”, ha recordado el presidente. “Solo les planteamos que eran tiempos de reconciliación para mirar al futuro”, dice López Obrador.

El Gobierno español lamentó “profundamente” la misiva, después de que este diario publicase la existencia de la misma. “Rechazamos con toda rotundidad su contenido”, aseguró el Ejecutivo entonces. Josep Borrell, a la sazón ministro de Exteriores, aseguró que el Gobierno, “obviamente”, no iba a presentar “extemporáneas disculpas”. La petición encendió la polémica política en España: el PP, Ciudadanos y Vox critica “Del mismo modo que no vamos a pedir a la República francesa que presente disculpas por lo que hicieron los soldados de Napoleón cuando invadieron España. Ni los franceses van a pedir a los italianos que se disculpen por la conquista de las Galias de Julio César”, dijo el ministro de Exteriores, quien informó de una conversación mantenida con su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard.

López Obrador ha dicho hoy que su Gobierno también “reconoce lo que aportó España y Europa a México, en ese tiempo y en otras épocas”. El presidente ha insistido en que nada tienen en contra del pueblo español, más que “respeto fraternal”. “Las diferencias solo son dos, con el Gobierno de España y con las cúpulas de algunas empresas que nos han ofendido mucho en los últimos tiempos”. Siempre menciona en exclusiva a las españolas. “No con todas, ha dicho, porque las relaciones “son muy buenas y las vamos a mantener”. España es el segundo socio comercial de México, tras Estados Unidos y “sobre todo el sector financiero, los bancos, tienen mucha presencia” en el país norteamericano. López Obrador ha citado su buena sintonía con Ana Botín, la presidenta del Banco Santander con quien adquirió el compromiso a su llegada al poder de que las reglas de juego con los bancos se mantendrían. “Seguimos abiertos a la inversión de España, siempre que sea lícita”, ha dicho.

De nuevo ha señalado a quienes son sus bestias negras, Repsol, Iberdrola, DHL, “que se dedicaron a saquear y robar en el periodo neoliberal con el apoyo, claro, de los gobiernos mexicanos”, ha asegurado sin presentar prueba alguna de ello. “México no es tierra de conquista. Eso no se va a permitir ya”, ha zanjado.

Como el periodista ha insistido en el asunto, y sobre qué hacer para mejorar las relaciones con España, el presidente lo ha cortado de este modo: “No hay ninguna aversión hacia el pueblo español, al que respetamos mucho. Pero en México no se permite robar, eso es todo”.

La conquista de México así como la independencia de España seguirán ocupando este año buena parte de la agenda del presidente. Pero su reclamo hacia la Corona española algunos lo entienden como un oportunismo político o un nacionalismo fuera de lugar y de tiempo. No es esa su percepción y aquel episodio de la carta al Rey sigue molestándole visiblemente.

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