Clase media en México se redujo a 27.6% de la población tras covid-19: Banco Mundial

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Silvia Rodríguez

El Banco Mundial advirtió que en América Latina y el Caribe la pandemia del covid-19 redujo el porcentaje de la población que representaba la clase media (personas con un ingreso diario entre 13 y 70 dólares), al pasar de 38 por ciento en 2019 a 37.3 por ciento en 2020; en el caso de México, esta proporción disminuyó de 30.6 a 27.6 por ciento.

De acuerdo con el documento “El lento ascenso y súbita caída de la clase media en América Latina y el Caribe”, en México, esta disminución de las personas que representan la clase media llevó a que los pobres (personas con ingresos diarios inferiores a 5.50 dólares) aumentaran, al pasar de 20.7 por ciento en 2019 a 24.8 por ciento en 2020.

El Banco Mundial refirió que todas las regiones en América Latina y el Caribe experimentaron un aumento en el tamaño de su clase media durante la última década, pero a ritmos diferentes.

La clase media de la subregión andina experimentó un gran aumento, del 23.8 por ciento en 2009 al 32 por ciento en 2014, y luego uno mucho menor, al alcanzar 33.4 por ciento en 2019.

De manera similar, la clase media de Brasil creció fuertemente, de 34.6 por ciento al 44.5 en 2009– 2014, y luego más lentamente, a 44.6 por ciento para 2019, mientras que la clase media de América Central, por otro lado, experimentó un aumento muy modesto entre 2009 (22.6 por ciento) y 2014 (24.6 por ciento), pero luego creció fuertemente en los próximos seis años, al llegar a 29.3 por ciento de la población de la región.

En tanto, la clase media del Cono Sur creció casi continuamente a lo largo de la década, de 44.3 por ciento en 2009 al 55 por ciento en 2019; sin embargo, el tamaño de la clase media de México apenas cambió en la última década.

En materia de desigualdad, el organismo internacional señaló que México y varios países centroamericanos han impulsado su estancamiento, incluso, algunos países experimentaron aumentos entre 2014 y 2019.

Clase media en América Latina y el Caribe

En este contexto, el Banco Mundial informó que la pandemia del covid-19 empujó el año pasado a 4.7 millones de personas de la clase media a la vulnerabilidad o la pobreza en América Latina y el Caribe, revirtiendo décadas de avances sociales.

Destacó que el impacto es aún más dramático si el efecto de un programa de transferencias sociales de carácter masivo y temporal en Brasil es excluido de las proyecciones, pues sin éste, 12 millones de personas en la región perdieron su lugar en la clase media en 2020.

Lo mismo ocurre con la pobreza, añadió el organismo, a nivel regional hubo 400 mil menos pobres en 2020, pero sin el efecto compensador de Brasil se calcula que unas 20 millones de personas cayeron en la pobreza en 2020, con un aumento adicional de 1.4 millones a causa del crecimiento poblacional.

Además, la crisis del covid-19 amplió los efectos nocivos de la desigualdad en la región, ya que más de la mitad (54.4 por ciento) de los trabajadores de la región opera en el sector informal, nueve de cada diez trabajadores que viven en la pobreza se encuentran en el sector informal, y casi un tercio representa a empleados autónomos.

Acciones

En este contexto, alertó que, si bien las medidas paliativas como los programas de protección social ayudaron a contener el impacto negativo en el corto plazo, sin una recuperación acelerada e inclusiva y niveles similares de medidas de mitigación, la pobreza podría crecer nuevamente en 2021.

Por eso, el Banco Mundial instó a garantizar un acceso amplio a las vacunas, implantar sistemas eficientes y efectivos para distribuirlas y administrarlas, y fortalecer los sistemas de salud en toda la región, pues esto será clave para la recuperación.

Asimismo, los confinamientos subrayaron la importancia de un acceso amplio a internet y métodos alternativos para adquirir bienes y servicios, por lo que los países deben seguir invirtiendo en infraestructura digital para acelerar estos cambios y promulgar leyes para expandir la economía digital.

Por otra parte, aseguró el banco, los programas de protección social deben reevaluarse para ajustar su alcance e incorporar nuevos beneficiarios. Las transferencias de ingreso son útiles para brindarles a los grupos vulnerables algún tipo de seguridad financiera durante los períodos de confinamiento, pero son temporales y podrían no ser suficientes para evitar una caída fuerte de la clase media.

lvm