A principios de este año algunas tiendas de Target empezaron a limitar a tres el número total de paquetes que podía comprar cada individuo. Primero en llegar, primero en comprar. Después, por la demanda, se vieron obligados a bajar la cantidad de paquetes a uno por cabeza, y ya sólo las venderían un único día a la semana. Más adelante la compañía dijo que se estaba planteando contactar con las autoridades locales para evitar las peligrosas acampadas que se estaban produciendo a las afueras de sus tiendas en los días previos al reabastecimiento de stock, gente que hacía cola para ser los primeros de la cola.
Lo sucedido el pasado viernes en una de sus localizaciones, en Brookfield, Wisconsin, ha sido la gota que ha colmado el vaso.
El líder del gimnasio Pokémon: según la cadena estadounidense WISN 12 News, el viernes 7 de mayo se produjo un incidente en el parking de una tiendas Target. Cuatro hombres de entre 23 y 35 años empezaron a agredir a un comprador de cartas Pokémon, de 35 años. Éste, en defensa propia, acabó sacando su pistola. Según el reporte a prensa de la policía, el tipo no disparó y nadie salió gravemente herido. Una semana después el gigante minorista estadounidense ha anunciado que dejará de vender estas cartas para “extremar la precaución” de su personal y compradores. El ambiente está bastante caldeado.
Inspirándose en el estilo de Magic: The Gathering, Pokémon lanzó la primera edición de sus cartas coleccionables en 1996. El valor de los naipes ha ido variando, pero tras el inicio de la pandemia la nostalgia de los millennials, la falta de posibilidades laborales y un boom generalizado en el sector de los objetos de colección (y especialmente las cartas, sobre todo las de deportes) ha hecho que muchos antiguos jugadores y nuevos emprendedores se estén lanzando a comprar cartas viejas y nuevas.
Las cifras: la caja que se llevó el hombre armado de Wisconsin podía tener un valor estimado de 400 dólares y se venden en reventa por un precio medio tres veces superior, pero dependiendo de las cartas que le tocasen podrían valer esas cantidades o cifras astronómicas: dentro tienes 360 cartas y un Jigglypuff cotiza a 260 dólares. La fiebre está tan disparada que hasta las propias agencias de clasificación de cartas Pokémon están sobrepasadas y tienen listas de espera para evaluar tu tarjeta de entre 6 y 8 meses. Por su parte, eBay está agregando funcionalidades específicas de escaneo de cartas para hacer frente a la oleada.
La gente está haciendo locuras. Hay tiendas de Walmart que tuvieron que poner cajas de cereales bajo llave o con vigilancia por una colaboración con ciertas marcas que hacía que se regalase una carta por paquete, por lo que la gente abría las cajas de cereales para robarlas. En Japón un aficionado a la escalada y el montañismo se coló por el techo de una tienda para llevarse un lote por valor de 9.000 dólares. En febrero en McDonalds EE.UU. se desató la locura, con gente tirando a la papelera (o donando a asociaciones asistenciales) decenas de Happy Meals para llevarse los pequeños sobres de regalo.
Burbuja, la palabra en la mente de todos los analistas y aficionados. No es normal que un Charizard raro cueste 300.000 dólares hoy cuando en diciembre de 2019 su precio era 16.000. “Nunca ha habido un momento como este en la historia del negocio” dijo a CNN Ken Goldin, aficionado al mundo de los cromos deportivos. Se entiende que lo que está ocurriendo está movido por el bull market y unas fuerzas especulativas similares a las que están sacudiendo la fiebre por el bitcoin o campañas como la de GameStop. “Se están creando fondos de inversión, se están sumando inversores que meten cinco, diez o quince millones de dólares” apuntó Jesse Craig, desarrollador de negocio de una compañía de venta de cartas premium.
Más oferta. Por su parte, y para contrarrestar los malos efectos que puede provocar esta situación, Pokémon está imprimiendo todas las tarjetas que puede para mitigar el exceso de demanda y los altos precios, imitando así la estrategia que tomó años atrás Magic, cuyas cartas, por cierto, también están ahora mismo por las nubes.
Stonks.