GM invertirá más de 1.000 millones de dólares para producir vehículos eléctricos en México y el plan es tachado de “bofetada” por obreros de EE.UU.
La inversión está destinada a una fábrica ubicada en Ramos Arizpe, que emplea a 5.600 personas y exporta a más de 40 países.
El fabricante automotriz estadounidense General Motors dio a conocer este jueves sus planes de invertir más de 1.000 millones de dólares en su planta de Ramos Arizpe (México) para fabricar vehículos eléctricos. El anunció ha generado la indignación de un sindicato de trabajadores del sector en EE.UU.
Ubicada en el estado de Coahuila, fronterizo con Texas, la fábrica ensambla actualmente vehículos de combustión interna, como los modelos Chevrolet Equinox y Chevrolet Blazer, además de motores y cajas de transmisión. El lanzamiento de los vehículos eléctricos está previsto para 2023.
Con mayor celeridad aún, en junio próximo se inaugurará dentro del complejo una planta de pintura, mientras que en el segundo semestre de este año se iniciará la fabricación de baterías y componentes eléctricos, incluyendo sistemas de propulsión.
GM afirmó en un comunicado que parte de la inversión inicial está dirigida a una expansión “con el objetivo de convertir al complejo Ramos Arizpe en la quinta planta manufacturera de GM Norteamérica en producir vehículos eléctricos”.
Las otras son las de Spring Hill, Tennessee; Factory Zero, en Detroit-HamTramck, Michigan; Orion, en Michigan, y CAMI en Ingersoll, Ontario (Canadá).
Bofetada indecorosa
En Estados Unidos, el sindicato United Auto Workers (UAW) criticó duramente la decisión de GM de desarrollar la fabricación de vehículos eléctricos en México, en vez de emplear mano de obra nacional para este fin.
“En momentos en que GM está solicitando inversiones significativas al Gobierno estadounidense para subvencionar los vehículos eléctricos, esto es una bofetada no solo para los miembros de UAW y sus familias, sino también para los contribuyentes y toda la fuerza laboral estadounidense”, reclamó el vicepresidente de la organización sindical, Ferry Ditties, al calificar de “indecoroso” el aceptar subsidios gubernamentales y fabricar vehículos fuera de EE.UU.
La planta de Ramos Arizpe seguirá produciendo vehículos Chevrolet Equinox y Chevrolet Blazer, así como motores y transmisiones. Actualmente emplea de manera directa a 5.600 personas y, además de producir para el mercado doméstico, exporta a más de 40 países.
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