Monterrey, Nuevo León (Marlen Hernández). Alrededor del 51 por ciento de los créditos adheridos al programa de diferimiento de pagos de la banca comercial podría estar venciendo en agosto.
Durante abril, el primer mes de operación del programa, 4.7 millones de personas y empresas se inscribieron al mismo, según reportó Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México, en su momento.
Y hasta el cierre de julio son 9.2 millones de acreditados los que se han optado por acogerse al beneficio de diferir los pagos por cuatro meses, con opción a dos meses adicionales.
El 37 por ciento del total de los diferimientos se concentra en tarjetas de crédito y 36 por ciento en créditos a pequeñas y medianas empresas, así como personas físicas con actividad empresarial.
Comunicado de prensa. El crédito al sector privado mantiene su crecimiento impulsado por las empresas y la vivienda. pic.twitter.com/pFCcoSagdT — Asociación de Bancos de México (@AsocBancosMx) August 19, 2020
No obstante, debido a la posibilidad de extender el plazo dos meses más, la mayor cantidad de créditos se vencería efectivamente a partir de septiembre.
De hecho, De Rivera señaló la semana pasada que esperan que la mayoría de los vencimientos se presente entre septiembre y diciembre.
Preparan bancos reestructuras
Ante el inicio, este mes, de los vencimientos del programa de diferimiento de pagos que aplicó el sector bancario, la Asociación de Bancos de México está preparando ahora uno de reestructura de créditos.
“Debido a que este periodo de la pandemia se ha extendido más de lo que pensamos, ya nos encontramos trabajando en conjunto con las autoridades en un nuevo plan que esperamos poder hacer público en septiembre”, reveló Carlos Rojo, presidente ejecutivo de la ABM.
Al 31 de julio, 9.2 millones de créditos, que representan más de un billón 6 mil millones de pesos y el 22 por ciento del crédito al sector privado, estaban inscritos al programa de diferimientos.
Lo que buscamos es obtener facilidades regulatorias temporales que nos permitan reestructurar los pasivos de nuestros acreditados otorgándoles las facilidades que cada segmento o cada industria o persona pudiera requerir de manera particular”, añadió.
Así, explicó, la reestructura para cada caso sería diferente en términos del nuevo plazo o monto a pagar.
En este sentido, detalló que otra de las características que se estaría negociando con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores es que la reestructura no afecte negativamente el historial crediticio de los solicitantes.
Luis Niño de Rivero, presidente de la ABM, informó en rueda de prensa que otros aspectos que se considerarán son los plazos, montos y reservas que se requerirán a las instituciones bancarias, entre otros.
En cuanto a los vencimientos del programa de diferimiento, señaló que la mayoría se concentrará en los meses de septiembre a diciembre.
Lo anterior, explicó, debido a que en abril, mes en el que se empezó el diferimiento a cuatro meses, representó una baja proporción en término de las inscripciones totales y además se ofrece la posibilidad de una prórroga adicional por hasta dos meses.
Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente de la ABM y director general de BBVA, refirió que ya hay clientes que han comenzado a hacer pagos atrasados.
“Sí hay clientes que han logrado salir del bache que tuvieron y hay otros que estamos ya en pláticas con ellos porque tienen algún problema de ingreso y estamos discutiendo, justamente, algunos productos de solución definitivos y dándoles plazo y ajustando algunas de las mensualidades”.
Por su parte, Julio Carranza, también vicepresidente de la ABM y director general de BanCoppel, señaló que aproximadamente la mitad de los clientes de este banco que entraron al programa de diferimiento ya han ejecutado un pago relacionado.