Un legado de 43 años en juego
La directiva de Tigres ha tomado una decisión que ha sacudido los cimientos de la tradición futbolística: reactivar el número 7 que permaneció retirado por 43 años en honor a Gerónimo Barbadillo, leyenda peruana del club.
¿Por qué ahora?
El mítico “Patrulla” Barbadillo dejó una huella imborrable en el equipo entre 1976 y 1982: 61 goles, 2 Ligas, 1 Copa y el amor incondicional de la afición. Su sacrificio al quedarse para jugar la final de 1982 en lugar de unirse inmediatamente a la selección peruana para el Mundial de España, le valió este honor único.
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La polémica decisión
El número será asignado a Ángel Correa, jugador sin culpa en esta controversia pero que ahora carga con el peso de romper con una tradición sagrada. La pregunta que resuena entre los aficionados es simple: ¿qué necesidad había?
Dos visiones enfrentadas
Mientras algunos argumentan que “los tiempos cambian” y que el fútbol debe evolucionar, otros ven esto como un ataque directo a la identidad del club. La decisión ha dividido incluso al propio equipo y a la comunidad universitaria que respalda a Tigres.
El valor de los símbolos
Barbadillo no es solo un nombre en el anillo de leyendas del Estadio Universitario. Representa una era dorada, sacrificios y logros que trascendieron lo deportivo. Reactivar su número no es solo un cambio administrativo: es borrar parte de la memoria emocional del club.
¿Fue esta una decisión necesaria o un error histórico? El debate está servido y promete mantenerse vivo en las próximas temporadas.
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