La nueva era del crimen: armas imposibles de rastrear
Las pistolas impresas en 3D están revolucionando el mercado negro de armas, convirtiéndose en la opción preferida de criminales y extremistas. Conocidas como “armas fantasma”, estos dispositivos letales evaden los controles tradicionales y se fabrican con impresoras domésticas, planos descargables y materiales básicos.
Del internet al crimen organizado
Investigaciones recientes revelan cómo estas armas circulan abiertamente en plataformas como Telegram, Facebook e Instagram. Un caso emblemático: el asesinato del CEO de United Healthcare, Brian Thompson, donde se usó un arma parcialmente impresa en 3D.
Nick Suplina de Everytown advierte: “Los materiales han mejorado, los costos bajaron y el acceso a los planos es más fácil que nunca”. La tecnología avanza rápidamente, permitiendo ahora armas que disparan múltiples rondas sin romperse.
El mercado digital de la muerte
Periodistas se infiltraron en canales de Telegram donde ofrecían armas 3D a nivel global. “Jessy”, un vendedor con más de 1,000 suscriptores, ofreció enviar una Liberator (la primera pistola 3D disponible masivamente) o un interruptor Glock (que convierte pistolas en automáticas) por £160 en Bitcoin.
Cuando confrontado, Jessy admitió la ilegalidad pero mostró total indiferencia: “Llevo mi negocio, vendo algunas correas online”. Aunque no se verificó la autenticidad de sus operaciones, el caso expone graves vulnerabilidades en las plataformas digitales.
Fabricación casera: peligro al alcance de todos
Lo más alarmante: cualquiera puede fabricarlas. Modelos como la FGC-9 usan solo plástico impreso y componentes metálicos reciclados. “Te conviertes en un armero casero”, explica Rajan Basra del King’s College de Londres, aunque advierte que el proceso no es tan simple como imprimir un documento.
Sitios web ofrecen guías paso a paso gratuitas. Matthew Larosiere, abogado proarmas de Florida, defiende esta práctica: “Es solo información. El hecho que te incomode no la hace menos válida”. Cuando se le preguntó sobre tiroteos masivos, respondió: “Doy gracias a Dios que eso no ha pasado”.
El caso Myanmar: armas 3D en guerra real
Myanmar representa el único caso confirmado de uso militar de estas armas. Grupos rebeldes produjeron cientos de FGC-9, mucho más baratas que armas convencionales. Sin embargo, muchos han dejado de usarlas debido a limitaciones técnicas y mayor acceso a armamento tradicional.
Este fenómeno global ha llevado a varios países a considerar leyes que penalicen la posesión de planos. También hay propuestas para que fabricantes de impresoras bloqueen la creación de piezas armamentísticas, similar a como se restringe la impresión de billetes.
Mientras la tecnología avanza, el desafío para las autoridades crece: cómo regular lo que puede fabricarse en cualquier garage del mundo. Mantente informado con N24, donde llevamos el análisis más profundo de los temas que definen nuestro futuro.













