En un discurso apasionado ante el Bundestag, el canciller alemán Olaf Scholz perdió una moción de confianza, pero no se rindió. Ahora, con la mirada puesta en las elecciones anticipadas de febrero, Scholz ha lanzado un llamado directo a los ciudadanos para que le brinden su apoyo y confianza.
“Yo les pido hoy, estimados ciudadanos y estimadas ciudadanas, su confianza y su apoyo”, recalcó Scholz en un discurso que combinó propuestas económicas con ataques a sus rivales políticos. El canciller prometió medidas como limitar el precio de la electricidad, invertir en digitalización y energías renovables, y subir el salario mínimo.
Sin embargo, el líder de la oposición, Friedrich Merz, le dijo a Scholz que no se ha ganado la confianza ni de los parlamentarios ni de los ciudadanos. “Usted, señor Scholz, no se ha ganado la confianza”, sentenció Merz.
Ahora, con las elecciones a la vuelta de la esquina, Scholz deberá convencer a los votantes de que es el líder que Alemania necesita en estos tiempos turbulentos. ¿Logrará el canciller recuperar la confianza del pueblo alemán?
