En un giro geopolítico crucial, los presidentes de Rusia y de Irán, Vladimir Putin y Masud Pezeshkian, han reafirmado su apoyo “incondicional” al régimen de Bashar al Assad en Siria. Esta declaración conjunta llega en medio de una ofensiva lanzada por grupos rebeldes y yihadistas, con epicentro en la región de Alepo.
Durante una llamada telefónica, los líderes dejaron claro su frente común frente a lo que Damasco califica de “agresión terrorista”. El Kremlin aseguró que esta embestida busca “perjudicar la soberanía y la estabilidad” de Siria, por lo que Moscú seguirá respaldando a las “autoridades legítimas” para “restaurar el orden constitucional y la integridad territorial”.
Putin abogó por coordinar esfuerzos en el marco del ‘formato Astaná’, que incluye a Turquía, cuyo gobierno ha criticado la falta de voluntad de Al Assad para negociar. Sin embargo, Ankara se ofreció a colaborar en la “reconciliación” del gobierno sirio “con su propio pueblo y la oposición legítima”.
En un momento de tensión regional, Rusia e Irán han cerrado filas para defender a su aliado sirio, en lo que se perfila como una batalla por la estabilidad de la zona. ¿Logrará este frente común frenar la ofensiva rebelde y yihadista? Sigue de cerca la cobertura de N24 para mantenerte informado sobre este conflicto de alto impacto geopolítico.