En un giro dramático de los acontecimientos, la alcaldesa de Amanalco, María Elena Martínez Robles, se encuentra en el ojo del huracán. Según la investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), la edil presuntamente ordenó el asesinato del síndico Miguel Ángel Lara de la Cruz y de su chofer Guillermo Gerónimo Roque.
Los conflictos entre la alcaldesa y el síndico se remontan a los inicios de la administración municipal, cuando supuestamente se incumplieron acuerdos políticos. Pero las tensiones escalaron el 25 de enero de este año, cuando María Elena solicitó apoyo a líderes de La Familia Michoacana para “deshacerse” del síndico.
Tras esta comunicación, el mismo día, la presidenta municipal supuestamente pidió al síndico que acudiera a Zacazonapan por asuntos de la administración. A mitad del camino, ambos fueron secuestrados y un día después, el 26 de enero, fueron encontrados muertos.
La audiencia inicial en contra de la edil, celebrada en los juzgados del penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, destacó por la presencia descompuesta de la acusada, quien mostraba una chamarra negra, cabello amarrado y un rostro demacrado.
Además de la alcaldesa, otros funcionarios municipales también fueron detenidos por sus presuntos nexos con el crimen organizado, en el marco del Operativo Enjambre. Entre ellos, el director de Seguridad Pública de Tejupilco, el director de Seguridad Pública de Amanalco, el director operativo de la Policía Municipal de Ixtapaluca, un policía tercero y el subdirector de la policía de Naucalpan.
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