A pesar de los anuncios de una “nueva estrategia de seguridad”, la violencia criminal en México sigue sin control. En solo un fin de semana, 251 personas fueron asesinadas en hechos brutales que han sembrado el terror entre la población.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha minimizado la gravedad de la situación, limitándose a decir que los sicarios “iban por una persona” en el ataque al bar de Querétaro, donde 10 jóvenes murieron. Mientras tanto, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, apenas se ha dejado ver públicamente, y la violencia entre cárteles en estados como Sinaloa continúa sin tregua.
Según las cifras oficiales, desde el inicio del actual gobierno se han registrado 2,993 asesinatos, un promedio de 73 mexicanos muertos diariamente. Y mientras se espera la aprobación de una reforma constitucional que fortalecería la inteligencia policial, la población sigue a merced de la violencia terrorista e impune de los narcos.
¿Cuándo veremos un cambio real en la seguridad de México? Mientras tanto, los ciudadanos siguen contando sus muertos y preguntándose dónde está el policía que prometía acabar con la violencia.