La trágica partida de Ernestina Sodi, periodista y hermana de las actrices Thalía y Laura Zapata, ha dejado una estela de emociones encontradas. A sus 64 años, Ernestina falleció el pasado 8 de noviembre tras permanecer alrededor de 22 días hospitalizada en terapia intensiva por complicaciones derivadas de dos infartos.
La relación entre las hermanas Sodi siempre ha estado marcada por altibajos, especialmente desde que fueron víctimas de un secuestro en 2002. Las versiones sobre lo sucedido en aquel entonces no coinciden, y Ernestina incluso llegó a vincular públicamente a Laura Zapata con el grupo criminal que las privó de su libertad.
Maryfer Centeno, experta en lenguaje corporal, analizó las declaraciones de Laura Zapata tras el fallecimiento de Ernestina. La actriz, conocida por sus papeles de villana en telenovelas, lamentó que su hermana muriera “antes de tiempo” y deseó que “Dios la perdonara”. Centeno detectó un grado de enojo en las palabras de Zapata, lo cual es común durante el duelo, pero que en este caso podría estar relacionado con el resentimiento que aún sentía por las acusaciones de Ernestina.
“Hay enojo, durante el duelo es algo común, sin embargo, lo que ella dijo es un comportamiento atípico. Seguramente, todavía le tenía mucho coraje o mucho dolor al tema de su hermana de cuando sacó este libro que se llamaba ‘Libranos del mal’, donde justamente se comenta de esta privación de la libertad que sufrieron en aquellos años”, explicó la grafóloga.
A pesar de las diferencias, las hermanas Sodi se reunieron para despedir a Ernestina en una casa funeraria de la Ciudad de México. Un adiós marcado por la complejidad de sus vínculos, donde el dolor y el enojo se entrelazan en una historia familiar que conmueve a todos los que la siguen.
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