Moscú, la imponente capital de Rusia, se vio sacudida por una ola de ataques con drones ucranianos este domingo. Según el Ministerio de Defensa ruso, más de 30 de estos vehículos aéreos no tripulados fueron derribados, lo que obligó al cierre temporal de tres aeropuertos y dejó a una mujer herida.
Este asalto aéreo sin precedentes contra el corazón de Rusia se produce en medio de la prolongada guerra entre Moscú y Kiev. Mientras que la capital ucraniana suele ser el blanco habitual de los ataques rusos con drones y misiles, los ataques contra la propia Moscú son mucho menos frecuentes.
“Fue un ataque masivo”, declaró el gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobyov, quien detalló que los equipos de rescate trabajaron arduamente para controlar los incendios provocados por los drones derribados en la localidad de Rámenskoye.
La defensa antiaérea rusa logró interceptar un total de 70 drones ucranianos en seis regiones diferentes, incluyendo los 34 que se dirigían a la capital. Sin embargo, este asalto aéreo ha puesto en jaque la seguridad de Moscú, recordando a los rusos que la guerra sigue en pleno apogeo.
Ucrania ha afirmado que estos ataques con drones son una respuesta a los bombardeos rusos sobre su territorio desde el inicio de la invasión en 2022. Mientras tanto, Rusia se enfrenta a la tarea de reforzar la protección de su capital ante esta nueva amenaza aérea.
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