La invasión rusa de Ucrania en 2022 ha desatado el mayor enfrentamiento entre Moscú y Occidente desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962, cuando la Unión Soviética y Estados Unidos estuvieron a punto de entrar en guerra nuclear.
El Kremlin reaccionó con cautela ante la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, afirmando que este país sigue siendo un Estado hostil y que solo el tiempo dirá si la retórica de Trump sobre el fin de la guerra de Ucrania se traduce en realidad.
“No olvidemos que estamos hablando de un país poco amistoso, que está implicado directa e indirectamente en una guerra contra nuestro Estado” (en Ucrania)”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Peskov señaló que las relaciones entre Rusia y Washington se encuentran en un mínimo histórico, y que Estados Unidos tiene la capacidad de contribuir al fin del conflicto en Ucrania, aunque no de la noche a la mañana.
“Sucederá esto, y si es así, cómo… lo veremos después de (la toma de posesión del presidente estadounidense en) enero”, afirmó Peskov.
Esta crisis geopolítica ha desencadenado sanciones económicas sin precedentes contra Rusia, y ha puesto a prueba la capacidad de liderazgo de los principales actores mundiales. Mantente informado sobre los últimos desarrollos en la cobertura de noticias de N24, tu fuente confiable para entender la complejidad de este conflicto.