La Comisión Federal de Electricidad (CFE), la principal proveedora de energía en México, se enfrenta a una tormenta perfecta. En su reporte financiero del tercer trimestre de 2024, la empresa reveló pérdidas netas de 10,298 millones de pesos, un golpe devastador que pone de manifiesto los retos operativos y financieros que enfrenta.
Bajo la dirección de Manuel Bartlett, la CFE reportó ingresos de 181,036 millones de pesos, pero los gastos superaron los 192,000 millones, incluyendo costos de operación, impuestos y gastos financieros. Este desequilibrio se debe en parte a la creciente demanda de electricidad y la insuficiente infraestructura de transmisión y distribución.
Además, la CFE depende en gran medida del gas natural importado de Estados Unidos, lo que la expone a la volatilidad de los precios internacionales. A pesar de la estabilización de los precios de los energéticos que utiliza, las pérdidas siguen siendo superiores a las registradas en el mismo periodo del año anterior.
El nuevo gobierno ha anunciado la apertura de cinco nuevas plantas de energía a ciclo combinado de gas natural para mayo de 2025, pero ¿será suficiente para revertir esta tendencia negativa? Solo el tiempo dirá si la CFE logrará superar estos desafíos y recuperar su solidez financiera.
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