La moneda latinoamericana se ha visto sacudida por la incertidumbre política en Estados Unidos, con el peso mexicano hundiéndose por encima de las 20 unidades por dólar. En un escenario de alta volatilidad, el mercado reacciona a los ataques del candidato republicano Donald Trump contra México y sus amenazas de renegociar el TLCAN.
Desde las elecciones presidenciales en México en junio, el peso ha sufrido una depreciación del 15,7% frente al dólar. Los expertos advierten que a medida que se acerquen los comicios estadounidenses, la divisa mexicana podría caer aún más, llegando incluso a los 20,50 pesos por dólar.
“Trump ha atizado el nerviosismo de los mercados con sus frases estridentes y propuestas proteccionistas”, explica James Salazar, subdirector de Análisis Económico de Ci Banco. “Si bien no anticipamos un golpe tan fuerte como en 2016, la presión sobre el peso podría llevarlo a los 20,50 pesos por dólar”.
Más allá de la incertidumbre electoral, el peso también enfrenta otros factores de presión, como la fortaleza del dólar y la implementación de las reformas constitucionales en México. La mandataria Claudia Sheinbaum ha intentado transmitir un mensaje de confianza a los inversionistas, pero los empresarios se tomarán su tiempo para evaluar si las promesas de imparcialidad y Estado de Derecho se cumplen.
En este escenario de alta volatilidad, los analistas coinciden en que el mejor panorama para el peso sería un triunfo de la demócrata Kamala Harris en Estados Unidos, mientras que el peor escenario sería la victoria de Trump y el control republicano del Congreso. Sin embargo, la mayoría de las quinielas apuntan a un Congreso dividido, lo que limitaría la capacidad de Trump de llevar a cabo todas sus iniciativas.
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