En un movimiento audaz, China ha anunciado un masivo plan de rescate para el sector inmobiliario, inyectando más de 562.000 millones de dólares en créditos para terminar proyectos de construcción inconclusos. Este paquete de medidas busca estabilizar un mercado que ha sido un lastre para la segunda economía más grande del mundo.
El ministro de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural, Ni Hong, reveló que el gobierno aumentará casi el doble la cantidad de créditos disponibles a través del mecanismo de “lista blanca”, en el que los municipios recomiendan a los bancos proyectos prioritarios para financiación. Además, se planea renovar un millón de viviendas antiguas en áreas urbanas, mejorando la seguridad y las condiciones de vida.
Aunque algunos analistas se muestran escépticos sobre la capacidad de estas medidas para resolver la crisis a corto plazo, el gobierno chino parece decidido a revivir un sector que alguna vez fue el orgullo de su economía. Con una audaz inyección de capital y un enfoque en la renovación urbana, China espera dar un impulso significativo a su mercado inmobiliario.
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