En un movimiento trascendental, la Cámara de Diputados aprobó anoche una reforma constitucional que devuelve a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) su papel protagónico como empresas públicas del Estado. Esta decisión histórica revierte los cambios implementados durante el sexenio de Enrique Peña Nieto en 2013, que habían abierto la puerta a una mayor participación del sector privado en estos sectores estratégicos.
La bancada mayoritaria, encabezada por Morena y sus aliados, expuso que esta reforma es clave para equilibrar el mercado y permitir que las empresas públicas compitan en igualdad de condiciones. “No podemos permitir que los intereses privados dominen sectores estratégicos”, afirmó la diputada Gricelda Valencia de la Mora.
Si bien el PAN y el PRI advirtieron sobre los costos fiscales de asumir la deuda de Pemex y CFE, que asciende a más de 100 mil millones de dólares, el coordinador del PT, Reginaldo Sandoval, señaló que la reforma de 2013 pretendía que los privados extranjeros se llevaran el activo de la empresa, valorado en 21 billones de pesos. “¡Vean nada más el atraco!”, exclamó.
La aprobación de esta reforma constitucional sienta las bases para un futuro energético más sólido y soberano para México. ¡Mantente informado sobre los próximos pasos en la página web de N24, tu fuente de noticias de vanguardia!