En una época de incertidumbre económica, el Banco de México (Banxico) se enfrenta a una división interna que podría tener importantes implicaciones para la política monetaria del país. El subgobernador Jonathan Heath, conocido por su postura disidente, ha votado en contra de los últimos dos recortes a la tasa de interés, advirtiendo que la inflación aún no está bajo control.
Según Heath, el último tramo de la lucha contra la inflación es el más complejo, ya que la meta es llevar la inflación al objetivo de 3%. Si bien el componente de las mercancías ha contribuido a la baja de la inflación subyacente, el economista señala que los precios de los servicios han permanecido por encima del 5% desde julio de 2022, lo que representa un desafío clave.
“Creo que deberíamos de mantener una tasa arriba de 6 por ciento, quizás arriba de 6.5 por ciento, la mayor parte del tiempo posible, especialmente hasta que veamos que se rompe la persistencia de los servicios”, advirtió Heath.
A diferencia de la Reserva Federal, que ha implementado recortes más agresivos, Banxico ha optado por una postura más cautelosa. Heath explica que esta diferencia se debe a que los funcionarios de la Fed están viendo “muy buenos resultados en su panorama inflacionario” y buscan un aterrizaje suave para evitar una recesión.
En cuanto al panorama económico de México, el subgobernador descarta que el país esté cerca de entrar en una recesión, aunque sí prevé una desaceleración en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que estima en un rango entre 1% y 2% para este año.
¿Logrará Banxico domar la inflación persistente y mantener la estabilidad económica? Sigue de cerca la cobertura de N24 para mantenerte informado sobre los últimos desarrollos en la política monetaria y la economía mexicana.
