La recién investida presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha revelado un plan de 17 páginas que promete transformar la seguridad del país en sus primeros 100 días de mandato. Bajo la dirección del nuevo secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, este ambicioso plan busca reestructurar las fuerzas de seguridad, fortalecer la inteligencia y reconstruir las bases de datos que se perdieron en administraciones anteriores.
García Harfuch, un veterano de la lucha contra el crimen organizado, ha trabajado durante cuatro meses en este nuevo andamiaje institucional. Su estrategia se basa en la unificación de áreas dispersas del gobierno federal, la creación de nuevas leyes y la fusión de inteligencia para alinear los esfuerzos en la batalla contra los cárteles.
“Tenemos que reconstruir mucho después de dos sexenios de destrucción”, reconoce García Harfuch. Su plan busca administrar las expectativas de la ciudadanía y cambiar la percepción de que han sido abandonados a su suerte. Para ello, necesita un “golpe espectacular” que genere un cambio de ánimo y haga sentir a la gente que Sheinbaum va en serio.
La nueva estructura de seguridad no ha sido fácil de implementar. La Secretaría de Seguridad Pública se quedó sin policías al pasar la Guardia Nacional al Ejército, aunque podrían permanecer entre 15 mil y 20 mil guardias bajo el mando de García Harfuch. Además, tendrá bajo su control el Centro Nacional de Inteligencia y el Centro Nacional de Fusión de Inteligencia, piezas clave para fortalecer las tareas de investigación.
Sin embargo, el plan enfrenta desafíos, como conciliar el discurso de Sheinbaum de no combatir a los cárteles con la estrategia de García Harfuch. Si el mensaje no está alineado, la estrategia, por buena que sea, podría estar condenada al fracaso.
¿Podrá la nueva administración romper el ciclo de violencia que ha azotado a México? Sigue de cerca la evolución de esta ambiciosa estrategia de seguridad en N24, tu fuente de noticias de vanguardia.