Ayer, los mercados financieros globales se vieron sacudidos por una ola de incertidumbre geopolítica, luego de que Irán lanzara un ataque con misiles contra Israel en represalia por los bombardeos israelíes que mataron a líderes de Hamás, Hezbolá y un general iraní.
El Dow Jones Industrial Average cerró con una caída del 0.41%, hasta los 42.156 puntos, mientras que el S&P 500 cedió un 0.93%, llegando a las 5.708 unidades. Por su parte, el Nasdaq subió un 1.53% hasta los 17.910 enteros.
El “indicador del miedo”, el índice de volatilidad Vix, se disparó un 15% tras el ataque de Irán, lo que refleja la creciente preocupación de los inversores por las tensiones en Medio Oriente y sus posibles consecuencias para los mercados.
Como era de esperarse, los precios del petróleo se dispararon un 2.4%, alcanzando casi los 70 dólares por barril, mientras que los activos refugio como el dólar, el oro y los bonos del Tesoro estadounidense también registraron ganancias.
“Esta escalada de tensiones en Medio Oriente ha generado una gran incertidumbre en los mercados, lo que se traduce en una mayor volatilidad y aversión al riesgo”, explicó el analista financiero Juan Pérez.
A pesar de este panorama sombrío, los expertos coinciden en que los fundamentales de la economía estadounidense siguen siendo sólidos, lo que podría amortiguar el impacto a largo plazo de esta crisis geopolítica. Sin embargo, advierten que los inversores deben mantenerse atentos a los próximos desarrollos en la región.
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