Mientras el gobierno de Claudia Sheinbaum se prepara para asumir el cargo, se enfrenta a una crisis de salud heredada: un sistema de salud público al borde del colapso. Según datos del Colectivo Cero Desabasto, al cierre de 2023, se estima que 7.5 millones de recetas no se surtieron efectivamente en los diversos subsistemas de salud públicos en México.
La escasez de medicamentos, una de las primeras señales del mal manejo del sector salud por parte de la administración de López Obrador, ha empeorado con el tiempo. La estrategia anticorrupción del sistema de compras no solo provocó que el desabasto de medicamentos pasara del 98% en 2018 al 70% al cierre de 2023, sino también una deuda millonaria con las farmacéuticas.
Según la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), el gobierno debe a las empresas más de 10,500 millones de pesos, de los cuales, 6,500 corresponden al desaparecido Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). Esto ha dejado a millones de mexicanos sin acceso a los medicamentos que necesitan.
“Nos falta mucho para tener un sistema de salud como el de Dinamarca, no sólo nos falta el abasto completo del catálogo de medicamentos, nos falta mucha tecnología, profesionales de la salud y por supuesto una muy buena planeación para el proceso de compra pública”, afirma Enrique Martínez Moreno, director general del Instituto Farmacéutico (Inefam).
Mientras tanto, los pacientes mexicanos se ven obligados a pagar el 39% de sus gastos de salud de su propio bolsillo, según un estudio de Soy Paciente. Esto ha dejado a los más vulnerables sin acceso a la atención médica que merecen.
La próxima administración enfrenta un enorme desafío: reconstruir un sistema de salud que pueda satisfacer las necesidades de todos los mexicanos. Pero si no se toman medidas urgentes, el panorama podría empeorar aún más.
¿Podrá Claudia Sheinbaum y su equipo encontrar una solución a esta crisis de salud? Sigue a N24 para mantenerte informado sobre los últimos desarrollos.
