En un giro inesperado, una jueza federal ha emitido una orden que obliga a las autoridades del penal del Altiplano a brindar una atención médica especializada y de primera clase al capo Rafael Caro Quintero. Esta decisión se basa en las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien afirmó que el sistema de salud mexicano es el mejor del mundo.
A través de su abogado, Caro Quintero, el fundador del Cártel de Sinaloa, solicitó un amparo ante la jueza Laura Isabel Guerrero Vara. La magistrada concedió la suspensión de oficio, argumentando que de negarse o retrasar el servicio médico especializado, así como dejar de suministrarle los medicamentos e insumos necesarios, se estaría transgrediendo el derecho humano a la salud del capo.
En un plazo de 24 horas, las autoridades del penal deberán informar a la jueza sobre las medidas que han tomado para cumplir con la orden de brindar una atención médica acorde al “nivel de primer nivel” que el presidente ha prometido para el sistema de salud nacional.
La defensa de Caro Quintero también solicitó un monitoreo constante de su salud física, así como evitar exponerlo a las inclemencias del tiempo o a la incomunicación con su defensa y familiares. Además, pidió que se considere su edad y se evite ponerlo en riesgo de fuga o someterlo a métodos de sujeción extremos.
Este caso pone de manifiesto la complejidad del sistema de justicia mexicano y la necesidad de garantizar el acceso a una atención médica de calidad, incluso para aquellos que han cometido delitos graves. ¿Será esta una señal de que el gobierno está dispuesto a cumplir con sus promesas de mejorar la salud pública?
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