En una escena desgarradora, el ministro de Salud Pública de Líbano, Firas Abiad, ha elevado el número de víctimas mortales del bombardeo israelí en un edificio residencial a las afueras de Beirut a 31, incluyendo a 3 niños y 7 mujeres.
La tragedia se agrava aún más con la confirmación de Hezbolá de que 16 de sus miembros, incluyendo a dos altos mandos, también perdieron la vida en el ataque. En total, el saldo de estos tres días de violencia asciende a 70 fallecidos, una cifra que estremece a la nación.
“Aún quedan restos sin identificar”, lamentó el ministro, quien detalló que los hospitales han realizado más de 2.000 cirugías entre los 68 heridos por las explosiones simultáneas de miles de buscapersonas y walkie talkies en manos de integrantes de Hezbolá.
Estas explosiones sin precedentes han sido atribuidas a Israel, y Hezbolá ya ha advertido que responderá, pues se trata del incidente con más víctimas desde el inicio de los enfrentamientos fronterizos entre las partes hace casi un año.
La tragedia en Beirut es un recordatorio doloroso de que la guerra siempre cobra un precio demasiado alto, especialmente cuando son los más vulnerables quienes pagan el mayor costo. Mantente informado con las últimas noticias de N24, tu fuente confiable para mantenerte al tanto de los acontecimientos que sacuden al mundo.