Los aranceles afectarían a los pequeños volúmenes de envíos en acero y aluminio. (Especial El Financiero)
Estados Unidos y México anunciaron una serie de medidas conjuntas para combatir las importaciones desleales de acero y aluminio, principalmente provenientes de China, en un esfuerzo por proteger sus industrias nacionales y fortalecer la seguridad económica de América del Norte.
A través de un comunicado, la administración del presidente Joe Biden aplicará nuevos aranceles a los envíos de acero y aluminio desviados a través de México en un intento por evitar que China eluda los gravámenes existentes a través del llamado transbordo.
La medida aplica aranceles del 25 por ciento al acero que llega de México, que no se derritió y se vertió en ese país, EU o Canadá, así lo explicó el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Lael Brainard.
Mientras que el aluminio fundido o moldeado en China, Rusia, Irán o Bielorrusia que llegue a través de México se enfrentará a un arancel del 10 por ciento, añadió. Estas medidas entrarán en vigor este mismo miércoles.
El propósito de La Casa Blanca es elevar lo que teme que pueda ser una avalancha de productos de acero y aluminio de exceso de oferta en China, la segunda economía más grande del mundo.
Por su parte, México ha aumentado los aranceles sobre el acero y el aluminio de países no pertenecientes a los acuerdos de libre comercio. Además, para mejorar la transparencia, el gobierno mexicano exigirá a los importadores proporcionar información más detallada sobre el país de origen de los productos de acero.
¿Cuál será el impacto de esta medida?
El cambio afectaría a pequeños volúmenes de envíos existentes, pero está destinado a disuadir a lo que de otro modo podría ser un próximo aumento, dijeron los funcionarios familiarizados con la medida, hablando bajo condición de anonimato para discutir el esfuerzo.
“Estas acciones solucionan una importante laguna legal que la administración anterior no abordó”, dijo Brainard.
“El acero y el aluminio seguirán siendo la columna vertebral de nuestra economía, mientras construimos las industrias del futuro aquí en Estados Unidos”, añadió.
Estados Unidos importó alrededor de 3.8 millones de toneladas de acero de México en 2023, el 13 por ciento provienen fuera de América del Norte y ahora estarían sujetas a la tarifa arancelaria. También se importaron 105 mil toneladas métricas de aluminio de México en 2023, el 6 por ciento fue fundido en el extranjero.
Los importadores tienen que proporcionar documentación a los funcionarios de aduanas de EU sobre la fuente de las importaciones, dejándolos probar su origen mexicano para evitar los aranceles, explicaron los funcionarios.
Las medidas anunciadas buscan no solo evitar la evasión de aranceles por parte de China y otros países, sino también incentivar la producción de acero y aluminio en América del Norte y mejorar la integración de las cadenas de suministro industriales en la región.
Biden y su rival de las elecciones presidenciales, Donald Trump, han tomado medidas para frenar ciertas importaciones de China, compitiendo para parecer duros con Beijing y lo que dicen que es la amenaza que representa para la economía de los Estados Unidos.
Sana relación entre EU y México
La Casa Blanca enfatizó que estas acciones demuestran la fortaleza de la cooperación entre Estados Unidos y México para enfrentar los desafíos económicos globales.
“Cuando actuamos juntos, estamos en una posición más fuerte para abordar la capacidad global no de mercado que emana del enfoque económico y comercial no de mercado, liderado por el estado, de la República Popular China”, señala el comunicado.
Por su parte, la Representante Comercial, Katherine Tai, mencionó que estas acciones conjuntas con México ayudarán a asegurar la viabilidad a largo plazo de las industrias de acero y aluminio, incluyendo su integración.
“Esta acción corrige una laguna dejada sin resolver por la administración anterior y sus políticas comerciales unilaterales, y demuestra que cuando actuamos juntos, fortalecemos nuestra posición para defender a los trabajadores y empresas estadounidenses de la capacidad global no de mercado que emana del enfoque económico y comercial dirigido por el estado de la RPC”, señaló.