Ante la ausencia del arquero del Salernitana para la convocatoria de Jaime Lozano, Paco Gabriel y Álvaro Morales desmenuzan los pros y contras de no tenerlo en Selección. (2:48)
Reacciones abiertas
Rafa Ramos revela en su blog quién decidió que Guillermo Ochoa, Hirving Lozano, Raúl Jiménez y Henry Martín no fueran llamados por México a la Copa América.
LOS ÁNGELES — El mensaje es claro, codificado, encriptado, si así se quiere ver, en medio de una verborrea innecesaria, pero ahí está: la Selección Mexicana renunció a la Copa América, la que, claro, nunca le perteneció realmente.
Entiéndase que aquellas promesas de “por lo menos jugar Semifinales”, hechas insensible, frenética e incoherentemente por Ivar Sisniega, Duilio Davino y Jaime Lozano, se redujeron este viernes a un simplón: “aspirar a lo máximo”.
¿Una decisión desesperada? ¿Necesaria? ¿Populachera? ¿Urgente? ¿Sabia? ¿Impuesta? ¿Calculada? ¿Inteligente? ¿Valiente? ¿Maquiavélica?
¿Hay detrás de esta decisión una mente maestra o una mente histérica o una mente desesperada o una mente confundida o una mente incapacitada o una mente usurpadora o una mente mercenaria?
Veamos. Porque, en la conferencia de prensa de la FMF (Davino, Lozano y Ricardo Cadena) se cachondearon algunas verdades y se maquillaron mentiras. Fueron los acicalados títeres del siempre oculto y oscurantista Juan Carlos Rodríguez.
Porque lo único cierto es que el cambio de rumbo ha sido una decisión estricta de La Bomba, consultada con Javier Aguirre, y palomeada puntual, y azarosamente, por Emilio Azcárraga Jean y su brazo derecho Bernardo Gómez.
La Bomba Rodríguez sólo le avisó al resto sobre la decisión de renovar al equipo y de marginar a Guillermo Ochoa, Hirving Lozano, Raúl Jiménez y Henry Martín. Jaime Lozano no tuvo ni voz ni voto, sólo se le pidió que vendiera su alma al diablo. Y aceptó.
1.- Mascarada. No se oficializó brutalmente la renuncia a la Copa América. Se le arrojaron cosméticos barateros con promesas de cambio, de un nuevo orden, de “un proyecto para 2030 y 2034”, y por supuesto la puntualización de que “hoy, lo más importante es el Mundial 2026”.
2.- Mentiras piadosas. En el anuncio de enfocarse estrictamente en el Mundial 2026 y correr riesgos hasta de un ridículo en la Copa América, sólo hizo falta sinceridad, audacia, valentía, responsabilidad. Es innegable que es un acto necesario y urgente, pero porqué avergonzarse de él. Ahí, falló La Bomba. Y arrastró al Jimmy y sus silencios.
3.- El hombre sin nombre. Se dio el respaldo total a Jaime Lozano. Llegará al Mundial 2026 –dice Davino–, ocurra lo que ocurra en la Copa América. Bien por él, bien para él. ¿Bien para el futbol mexicano y por el futbol mexicano? La duda se yergue poderosamente. Pero el Jimmy tiene tiempo y licencia y aval para equivocarse antes de la Copa del Mundo. ¿De verdad lo apoyarán ante un bombardeo de malos resultados como sí lo hicieron sospechosamente con Juan Carlos Osorio y Gerardo Martino? Difícilmente.






