Me imagino la mesa de redacción de Reforma del día de ayer:
– ¡Necesito ideas! ¿Qué le inventamos a Sheinbaum?
– ¡Lo tengo! Acusemos de plagio
– Pero… si ya lo intentaron y ella demostró que no hay plagio
– No importa. La ponemos en portada y le ponemos un título falso. Y…






