La nube del colonialismo ensombrece el legado de la reina Isabel II en África
La muerte de la reina Isabel II ha provocado una avalancha de reflexiones y reacciones en internet. Pero no todo fue luto: algunos jóvenes africanos compartieron imágenes e historias de sus propios mayores, que soportaron un periodo brutal de la historia colonial británica durante el largo reinado de Isabel II.
“No puedo llorar”, escribió una de ellas en Twitter, publicando una imagen de lo que, según ella, era el “pase de movimiento” de su abuela, un documento colonial que impedía viajar libremente a los kenianos bajo el dominio británico en el país de África oriental.
Otra escribió que su abuela “solía contarnos cómo las golpeaban y cómo les quitaban a sus maridos y las dejaban al cuidado de sus hijos”, durante la época colonial. “Que nunca las olvidemos. Son nuestras heroínas”, añadió.
Su negativa a guardar luto pone de manifiesto la complejidad del legado de la reina, que a pesar de su amplia popularidad también fue vista como un símbolo de opresión en partes del mundo donde el Imperio Británico se extendía.
Kenya, que había estado bajo dominio británico desde 1895, fue nombrada colonia oficial en 1920 y permaneció así hasta que obtuvo la independencia en 1963. Una de las peores atrocidades bajo el dominio británico se produjo durante el levantamiento Mau Mau, que comenzó en 1952, el año en que la reina Isabel subió al trono.
La administración colonial de la época llevó a cabo actos extremos de tortura, como la castración y agresiones sexuales, en los campos de detención en los que estuvieron recluidos hasta 150.000 kenianos. Los ancianos kenianos que demandaron una indemnización en 2011 recibieron finalmente 19,9 millones de libras esterlinas de un tribunal británico, que se repartirán entre más de 5.000 demandantes.
El entonces Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, William Hague, dijo: “El gobierno británico reconoce que los kenianos fueron objeto de tortura y otras formas de maltrato a manos de la administración colonial. El gobierno británico lamenta sinceramente que estos abusos tuvieran lugar, y que estropearan el progreso de Kenya hacia la independencia”.
El recuerdo de la reina en África no puede separarse de ese pasado colonial, dijo a CNN el profesor de Comunicación Farooq Kperogi, de la Universidad Estatal de Kennesaw.
“El legado de la reina comenzó en el colonialismo y sigue envuelto en él. Se solía decir que el sol no se ponía sobre el imperio británico. Ninguna cantidad de compasión o simpatía que haya generado su muerte puede borrar eso”, dijo a la CNN.
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