En redes sociales, una imagen aparentemente simple ha desconcertado a miles de usuarios: a pesar de estar compuesta únicamente por tonos azules y verdes, muchas personas aseguran ver destellos rojos. ¿A qué se debe esta curiosa ilusión óptica? La respuesta se encuentra en la compleja manera en que el cerebro interpreta los colores.
El fenómeno es un efecto visual causado por el contraste y la adaptación cromática. La imagen, llena de patrones de alto contraste en tonos fríos, puede provocar que algunos ojos perciban tonos opuestos, como el rojo o el magenta. Esta respuesta es natural, ya que el sistema visual humano a menudo “completa” los colores faltantes para equilibrar las imágenes que contienen fuertes contrastes de color. Es decir, al mirar una imagen predominantemente azul, el cerebro tiende a añadir tonos rojizos para compensar, creando una especie de ilusión de color que no está realmente allí.
Otro factor que contribuye a este efecto es el fenómeno de la “post-imagen negativa”. Al fijar la vista en una imagen con colores intensos, los conos en nuestros ojos que procesan el color pueden fatigar ciertos receptores. Al cambiar de foco, el cerebro “compensa” este cansancio generando colores opuestos. En este caso, al observar intensamente el azul, algunos ojos pueden percibir un leve tono rojizo como efecto de contraste.
Este tipo de ilusiones ópticas no solo resultan fascinantes, sino que también subrayan cómo la percepción visual es una construcción del cerebro y no siempre refleja la realidad objetiva. La imagen que circula en internet se convierte así en un recordatorio de cómo el cerebro humano a veces “engaña” nuestros sentidos al interpretar estímulos visuales complejos.
¿Quieres comprobarlo? Mira la imagen y observa si también puedes ver rojo donde en realidad solo hay azul.