En el verano de 2020, medio año después del inicio de la pandemia de coronavirus, científicos viajaron a los bosques del norte de Laos para atrapar murciélagos que podrían albergar primos cercanos del patógeno.
Mencionaron que usaron redes de niebla y trampas de lona para atrapar a los animales cuando emergían de las cuevas cercanas, recolectaron muestras de saliva, orina y heces.
Las muestras fecales resultaron contener coronavirus, que los científicos estudiaron en laboratorios de bioseguridad de alta seguridad, como BSL-3, donde utilizaron equipos de protección especializados y filtros de aire.
Informaron que tres de los coronavirus de Laos eran inusuales: tenían gancho molecular en su superficie similar al gancho del virus que causa el Covid-19, de nombre SARS-CoV-2.
“Es incluso mejor que las primeras cepas de SARS-CoV-2″, dijo Marc Eloit, virólogo del Instituto Pasteur de París que dirigió el estudio.
Los investigadores sospechan que estos virus similares al SARS-CoV-2 pueden infectar a personas, lo que provocaría brotes leves. -Sin embargo, los patógenos podrían dar lugar a una pandemia similar a Covid-19.
“Eso realmente descarta cualquier idea de que este virus tuvo que haber sido inventado, o de alguna manera manipulado en un laboratorio, para ser tan bueno infectando a los humanos”, dijo Michael Worobey, virólogo de la Universidad de Arizona que no participó en el trabajo.