Como si la humanidad no tuviera suficiente con la pandemia del COVID-19 y los fenómenos naturales, se reportó el rebrote de una enfermedad que data del Imperio Romano: la peste bubónica.
Hasta el momento se han registrado dos casos en Mongolia, donde ya pusieron manos a la obra mediante el confinamiento en la provincia de Hovd.
¿Qué es la peste bubónica?
La peste bubónica, originaria de Asia Central, es una infección producida por la bacteria Yersinia pestis en la que predomina la inflamación de ganglios infectados en órganos sexuales y ojos.
Cuando predomina la afectación pulmonar la enfermedad recibe el nombre de peste neumónica.
Síntomas
Los primeros síntomas son similares a los de la gripe y se presentan de uno a siete días después de la exposición a la bacteria. Entre estos síntomas se incluye la fiebre, dolor de cabeza y vómitos. Los ganglios linfáticos inflamados y dolorosos se producen en las áreas más cercanas a la zona donde la bacteria ingresó al organismo.
Debido a la inflamación de los ganglios linfáticos es posible que estos puedan abrirse y expulsar material purulento al exterior.
Medio de propagación
La peste bubónica se propaga principalmente por la picadura de pulgas infectadas que habitan en roedores. También mediante la exposición a los fluidos corporales de un animal infectado.
En la forma de peste bubónica, las bacterias entran por la piel debido a la picadura de las pulgas. Una vez en el interior del organismo, viajan a través de los vasos linfáticos hasta los ganglios linfáticos, que se hinchan.
Esta enfermedad se presentó también a finales de la Edad Media (1340-1400 d.C.) en Europa y acabó con un tercio de la población humana.
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Por Redacción Digital El Heraldo de México
lhp