Los animales silvestres están expuestos a una gran cantidad de microorganismos que les pueden hacer daño u otorgarles beneficios especiales, aunque se escucha contraproducente algunos microorganismos de ya sean bacterias, virus, hongos o parásitos que conforman su microbiota, podrían darles ventajas raras y muy útiles.
En un artículo reciente publicado en la revista científica Nature, que fue concretado durante 26 años de datos recopilados y en donde se analizó la sangre de 226 lobos, se reportó que los lobos que están infectados por un parásito tienen la 46 veces más la probabilidad de volverse en líderes de manada en comparación a los lobos que no tienen la infección.
¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria causada por el protozoario Toxoplasma gondii. Este parásito es muy común en todo el mundo y puede infectar a una amplia variedad de animales, incluyendo seres humanos. La mayoría de las personas infectadas con toxoplasma gondii no presentan síntomas, pero en algunos casos puede causar una enfermedad llamada toxoplasmosis. Los síntomas de la toxoplasmosis pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y fatiga. En personas con sistemas inmunológicos debilitados, la infección puede ser más grave y potencialmente mortal.
La toxoplasmosis se puede adquirir de varias maneras, como por ejemplo al ingerir alimentos o agua contaminados con los quistes del parásito, o al entrar en contacto con las heces de gatos infectados (que pueden contener los huevos del parásito). La infección también puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo.
¿Cómo se contagian los lobos de toxoplasmosis?
Los lobos grises (Canis lupus) en el Parque Nacional de Yellowstone no son exactamente presas de gatos. Pero a veces su territorio se superpone con el de los pumas (Puma concolor), portadores conocidos de T. gondii, y ambas especies se alimentan del alce (Cervus canadensis), el bisonte (Bison bison) y el venado bura (Odocoileus hemionus) que también se puede encontrar allí.
Es posible que los lobos también se infecten, tal vez por comer ocasionalmente pumas muertos o por ingerir caca de puma.
El estudio
Los biólogos Connor Meyer y Kira Cassidy lideraron el Proyecto Lobo de Yellowstone, también observaron muestras de sangre de lobos y pumas para medir la tasa de infección por el parásito T. gondii.
Los investigadores descubrieron que los lobos con mucho territorio superpuesto con los pumas tenían más probabilidades de estar infectados con T. gondii. Pero también hubo una consecuencia conductual, con un aumento significativo de la toma de riesgos.
Los lobos infectados tenían 11 veces más probabilidades de dispersarse de su manada a un nuevo territorio. Los machos infectados tenían un 50 por ciento de probabilidad de dejar su manada dentro de los seis meses, en comparación con los 21 meses más típicos para los no infectados. De manera similar, las hembras infectadas tenían un 25 por ciento de posibilidades de dejar su manada dentro de los 30 meses, en comparación con los 48 meses de las que no estaban infectadas.
Los lobos infectados también tenían muchas más probabilidades de convertirse en líderes de manada. T. gondii puede aumentar los niveles de testosterona, lo que a su vez podría conducir a una mayor agresión y dominio, que son rasgos que ayudarían a un lobo a afirmarse como líder de la manada.
Diagnóstico de toxoplasmosis en humanos
El diagnóstico de la toxoplasmosis generalmente se realiza mediante pruebas de sangre para detectar anticuerpos contra el parásito. El tratamiento para la toxoplasmosis generalmente involucra medicamentos antiparasitarios, aunque en casos leves, la enfermedad puede desaparecer por sí sola sin tratamiento.
Es importante tomar medidas preventivas para evitar la infección por toxoplasma gondii, como cocinar bien la carne, lavarse las manos después de manipular carne cruda y evitar el contacto con las heces de gato. Si estás embarazada o tienes un sistema inmunológico debilitado, es especialmente importante tomar medidas preventivas y hablar con tu médico si tienes algún síntoma de toxoplasmosis.
Aquí te dejamos el artículo completo publicado en la Revista Nature.
