Pocas imágenes más ilustrativas de los efectos que puede provocar el sol en nuestra piel que la siguiente imagen . Publicada en el Journal of The European Academy of Dermatology and Venereology, lo que vemos es el impacto del sol en la piel humana durante 40 años.
Para ser más exactos, lo que se aprecia en la instantánea es la cara y el cuello de una mujer de 92 años que usó crema hidratante con protección UV en la cara pero no en el cuello. El resultado es una notable diferencia en el daño UV visible. Como explican los investigadores sobre la foto, la exposición al sol puede tener un efecto de envejecimiento en nuestra piel porque los rayos ultravioleta (UV) son capaces de penetrar sus capas y dañar nuestras células.
De hecho, cuando nos vemos mayores como resultado de la exposición al sol se denomina fotoenvejecimiento. Además, esta exposición al sol puede causar daños en el ADN de las células de la piel que pueden acumularse con el tiempo, lo que aumenta el riesgo de que se produzcan mutaciones genéticas que pueden dar lugar al cáncer. Según explicaba hace un tiempo el investigador Christian Posch, especialista en investigación del cáncer de piel:
Si bien es poco probable que podamos (o incluso debamos) apuntar a vencer el envejecimiento humano por varias razones, los modificadores del envejecimiento aún podrán cambiar tanto la duración de la salud (el tiempo que vivimos sin enfermedades) como la duración de la vida. Después de todo, ¿quién no estaría de acuerdo con 20 a 40 años saludables adicionales?
Como explica Posch, la “piel vieja” es el resultado del tipo de daño celular que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer, así que ya sea a través de la dieta, el estilo de vida o un simple protector solar, prevenir el envejecimiento puede ser similar a una medida preventiva contra los tipos de cáncer de piel. [IFLScience]