MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El Ejército Nacional Libio (ENL) que lidera el mariscal rebelde Jalifa Haftar ha pedido a Estados Unidos que respalde una iniciativa para controlar los puntos fronterizos del país que impida el tráfico de armas que está alimentando el conflicto armado, y en particular el destinado a su gran rival, el Gobierno de Trípoli reconocido por la comunidad internacional.
Según informa este domingo la cadena Al Arabiya, citando fuentes propias, el comandante rebelde habría enviado a Washington una carta en la que “exige el control internacional de los puntos fronterizos terrestres y marítimos para impedir que las armas acaben en las manos” de Trípoli y de su gran aliado, Turquía.
En la misma misiva, las fuerzas de Haftar aseguran que no se sentarán “a ninguna mesa de negociaciones con Turquía” y ha manifestado su oposición a la entrada de grupos armados extranjeros en zonas de importancia económica para el país, “como planea hacer el Gobierno de Trípoli”.
Trípoli, a su vez, acusa a los rebeldes de permitir la entrada de mercenarios rusos y sudaneses en los yacimientos que tienen bajo su control en el este del país, y de alentar a su gran aliado, Egipto, para intervenir en el país.
El Parlamento egipcio autorizó la semana pasada al presidente, Abdelfatá Al Sisi, a iniciar una intervención militar en Libia si lo consideraba necesario, lo que fue tildado de “declaración de guerra” por parte del Gobierno de unidad libio, respaldado internacionalmente.
La decisión llegó después de que el propio presidente egipcio amenazara con esta posibilidad y de que el Parlamento asentado en el este de Libia pidiera una intervención militar directa por parte de El Cairo ante los avances de las fuerzas leales al Gobierno de unidad frente a las lideradas por Jalifa Haftar.
Haftar, que cuenta con el respaldo de Egipto, Rusia y Emiratos Árabes Unidos (EAU), lanzó en abril de 2019 una operación para hacerse con el control de Trípoli.
Tras el avance inicial, el conflicto quedó estancado hasta que Turquía decidió intervenir del lado del Gobierno libio, revirtiendo la situación y expulsando a las fuerzas de Haftar. La batalla está ahora en torno a la ciudad de Sirte, ciudad natal del difunto Muamar Gadafi.
La duplicidad institucional en Libia se retrotrae a las elecciones parlamentarias de 2014, que dividieron las administraciones, sin que las asentadas en el este –anteriormente reconocidas por la comunidad internacional– y el Gobierno de unidad, surgido de un acuerdo en 2015, consiguieran pactar su unificación desde entonces.