Aviones de Aerolíneas Argentinas en el aeropuerto Jorge Newbery de Buenos Aires, el 29 de abril de 2020. AGUSTIN MARCARIAN / Reuters
Con las fronteras cerradas al turismo desde finales de diciembre por la covid, el Gobierno argentino busca desalentar ahora los viajes de los argentinos al exterior. En vísperas de Semana Santa, el Ejecutivo de Alberto Fernández ha decretado nuevas restricciones, que incluyen la suspensión de vuelos desde Brasil, Chile y México y mayores controles para quienes regresen de los demás países. Las medidas, publicadas en el Boletín Oficial, entrarán en vigor a partir del sábado.
Tanto en Brasil como en Chile existe una alta circulación comunitaria de la cepa Manaos del coronavirus, una de las más contagiosas, y con la suspensión de viajes el Gobierno busca limitar su propagación. La decisión de incluir a México se da después de que decenas de estudiantes de secundaria llegasen contagiados.
El hecho de que todos los alumnos hubiese dado negativo en los tests de detección del virus realizados en México y, en cambio, su resultado fuese positivo en el aeropuerto de Buenos Aires provocaron la apertura de una investigación ante la posible existencia de pruebas de diagnóstico falsas.
Para evitar situaciones similares, el Gobierno obligará a los pasajeros que regresen del exterior a pagar de su bolsillo un test PCR y otro a los siete días. Si el primero da positivo, la cuarentena tendrá que realizarse en alguno de los alojamientos designados por el Gobierno, a cargo también del viajero. De dar negativo, los recién llegados podrán permanecer aislados en el domicilio que hagan constar en la declaración jurada.
La prohibición vigente desde el sábado sobre Brasil, Chile y México se suma a la que ya regía para los vuelos desde Gran Bretaña. Los viajeros desde los demás países, a partir del lunes deberán consultar con sus aerolíneas la disponibilidad de sus vuelos, ya que el objetivo es la disminución progresiva de los viajes aéreos.
Aumento de casos
Las medidas anunciadas por el Gobierno llegan cuando Argentina está a las puertas de una segunda ola de covid-19. Mientras la vacunación avanza a ritmo más lento del esperado —con 3,4 millones de vacunas inoculadas hasta la fecha—, los casos han subido de manera sostenida en las últimas semanas en la ciudad de Buenos Aires y en otras nueve provincias del país. Hasta la fecha, 2,2 millones de personas se han contagiado con el virus SARS-CoV-2 en Argentina y 55.092 han muerto.
El Gobierno argentino mantiene por ahora la libertad de movimiento al turismo interno, pero ha pedido a la población que extreme las medidas de cuidado y mantenga el distanciamiento físico para evitar la propagación del virus.
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