La mujer venezolana recibió en sus brazos una niña que espera obtener en los próximos días el acta de nacimiento que la acredite como mexicana. (INM).
El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que asistió a una mujer originaria de Venezuela con embarazo a término que, junto a su esposo y sus dos hijos pequeños, decidió subir al tren y cruzar los dedos con la esperanza de llegar pronto a Estados Unidos.
En un comunicado se detalló que a las 00:00 horas del viernes 25 de agosto tuvo que ser trasladada de emergencia al Hospital General de Pabellón de Arteaga, en Aguascalientes, a 800 kilómetros del punto más cercano de la frontera norte.
Por varios días aguantó los dolores de labor de parto al lado de su familia y en compañía de decenas de personas de otros países que, como ellos, abordaron el ferrocarril en Irapuato, Guanajuato, donde escaló con esfuerzo hasta el techo de un vagón y del cual tuvo que bajar de urgencia y con ayuda de Agentes Federales de Migración en San Francisco de los Romos, Aguascalientes.
Horas después recibió en sus brazos una niña que espera obtener en los próximos días el acta de nacimiento que la acredite como mexicana; para ello, el personal del INM en Aguascalientes brinda la asistencia y acompañamiento que permita completar los trámites ante el Registro Civil de la entidad.
En tanto, está en marcha el procedimiento administrativo migratorio para la emisión de una Tarjeta de Residente Permanente del INM para la madre, el padre y sus hermanos, la cual les otorga una estancia regular en México y la oportunidad de acceder a fuentes de empleo y servicios de salud en caso de que decidan mantenerse en el país.
Migración en frontera sur: Personas LGBT señalan violencia y acoso de autoridades
Tapachula.- Activistas de Una Mano Amiga en la Lucha Contra el Sida (UMA) y migrantes de la comunidad LGBTI denunciaron que durante su estancia en la frontera sur de México afrontan la violencia, estigma, discriminación y acoso de ciudadanos y autoridades mexicanas.
El presidente de UMA, Rossemberg López Samayoa, señaló a EFE que los migrantes vienen en situación de vulnerabilidad, además de que no tienen confianza de decir si viven con VIH porque algunos sufren rechazo en el acceso a servicios por el solo hecho de padecer alguna enfermedad.
Ulises Bonilla, un migrante de El Salvador que trabaja en un bar en el centro de Tapachula, en la frontera de México con Guatemala, afirmó que él y otras personas del colectivo LGBTI afrontan homofobia y peligros como violaciones y secuestro.
Aun así, han conseguido atención médica en organizaciones no gubernamentales.