Tras su salida del grupo, debido al nacimiento de su primer hijo, Emiliano, la conductora se cuestionó sobre su futuro en el medio del entretenimiento. “Hace 20 años, cuando mi hijo Emiliano tenía un año, me dieron ganas de regresar a trabajar. Yo había salido del grupo Garibaldi y no sabía a qué dedicarme”, escribió Ingrid junto a una imagen en la que aparece de perfil.
“¿Actriz? Pensé. No, porque tendría que estar en llamado todo el día y no podría ver a mi hijo, además de que besar a desconocidos no me latió mucho”, escribió en su perfil de Instagram. “¿Cantante? Tendría que estar de gira y tampoco podría estar tan cerca de mi niño. Además de que no me fascina como canto… aún”, agregó.
“¡Ya sé! ¡Conductora de tv! Así trabajaría lo que dura el programa, puedo estar con mi peque y la cámara me tomaría casi siempre de frente porque no me gusta mi nariz de perfil jajajaja ¡Tenía la idea de tener el peor perfil del mundo mundial! Y la verdad, ahora que me veo con más amor y cariño, hasta me gustó esta foto y por eso se las quise compartir. ¿Te gustaría cambiar la forma en la que ves alguna parte de tu cuerpo? A mí me ayuda pensar, que más allá de si cumple con algún estándar de belleza, es mío, así soy, y por eso lo acepto, lo abrazo y como consecuencia ¡hasta me gusta!”, finalizó.
Hace unos meses, la conductora confesó que el programa Venga la alegría fue creado con un propósito: hacerle competencia a Andrea Legarreta . Ingrid, quien en noviembre de 2018 terminó su relación laboral con TV Azteca, contó en Instagram la poco conocida historia que hay detrás del famoso matutino de la televisora del Ajusco.