Primer contacto con el Audi Q5 Sportback: el Q5 más dinámico es también el más interesante

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La segunda generación de uno de los SUV más populares de Audi, el Audi Q5, llegó al mercado a finales de 2016 con el firme propósito de reeditar el éxito de su antecesor, el primer Q5, que llegó en 2008. Tras una pequeña actualización a mitad de vida comercial a finales de 2020, ahora llega a nosotros la segunda carrocería del Audi Q5, denominada Audi Q5 Sportback, que ya ha pasado por nuestras manos para una primera toma de contacto.

Es evidente que la demanda de vehículos SUV con enfoque coupé no para de crecer. Desde que hace años BMWse convirtiese en la primera marca premium en dar el paso y lanzar un vehículo de estas características. Hablamos del ya de sobra conocido BMW X6, un modelo que posteriormente encontraría continuidad en el más compacto BMW X4.

En el caso de Audi, sin embargo, las versiones coupé llegarían más tarde a la familia SUV de la mano del reciente Audi Q3 Sportback, un modelo con el que la marca de los cuatro aros ya está cosechando un notable éxito. En el caso del Audi Q5, esta segunda carrocería, con aspecto coupé, se convierte en la opción más dinámica y deportiva a nivel visual, manteniendo eso sí todo lo bueno del polivalente SUV medio de la marca.

El diseño del Audi Q5 Sportback

Es evidente que el Audi Q5 Sportback sigue siendo plenamente reconocible como un Audi Q5, con un frontal calcado al de su hermano más “convencional” en el que destacan los grupos ópticos con tecnología LED y la prominente parrilla trapezoidal con apliques en 3 dimensiones. El logo de la marca tiene también unas dimensiones más que generosas, que ahondan en la sensación “poderío” del diseño general del frontal.

Las líneas maestras del Audi Q5 se mantienen también en el lateral que, a partir del pilar B, comienza a mostrar una evidente caída e inclinación de su techo, con una superficie acristalada de menor tamaño para crear una estampa más deportiva. Esa inclinación se hace más evidente según avanza la carrocería, llegando a una parte posterior con una zaga más acusada, más marcada, que mantienen eso sí los rasgos de familia gracias al empleo de los mismos grupos ópticos -que pueden contar con tecnología OLED- y de las mismas molduras decorativas.

Este Audi Q5 Sportback mide 4.69 metros de largo, manteniendo así la longitud de su hermano más convencional. Pese a la caída del techo, además, resulta igual de alto (1.66 metros), manteniendo también la anchura de 1.89 metros intacta respecto a su hermano de carrocería más “cuadrada”.

El interior del Audi Q5 Sportback

Si paso al interior, las sorpresas no aparecen: me encuentro ante el mismo habitáculo que el que muestra el Audi Q5 más convencional, con unas líneas sencillas pero bien diseñadas y unos materiales de muy buena factura que otorgan a este SUV una sensación de calidad percibida de las mejores de su segmento, poniéndose por delante de modelos y rivales como el Mercedes GLC.

Con la actualización que el Q5 recibió a principios de año, el sistema multimedia cambió para mejorar en rapidez y sencillez de uso, un sistema multimedia que también aparece ahora en la variante Sportback. Por lo demás, los cambios más evidentes hacen referencia al espacio para las plazas traseras, donde la cota de altura es algo menor que la de su hermano sin carrocería coupé.

Sin embargo, al acomodarme en las plazas traseras para comprobar su amplitud me he encontrado una grata sensación de espacio que, sinceramente, no me esperaba. Junto con un maletero con una capacidad de hasta 510 litros (40 menos que en la variante convencional), el Audi Q5 Sportback sigue siendo un vehículo completamente apto como coche familiar para todo tipo de uso.

A los mandos del Audi Q5 Sportback

La parte ciclo del Audi Q5 Sportback es la misma que la del Audi Q5, de manera que se mantiene la plataforma, la configuración mecánica a nivel de tracción, los esquemas de suspensiones o el rendimiento de su motor. La única diferencia se encuentra en el tarado de suspensión de serie, algo más rígido en el caso de las variantes Sportback.

Durante mi toma de contacto he podido conducir la versión de gasolina 45 TFSI, dotada con un motor 2.0 TFSI con 265 CV, tracción total quattro ultra y cambio automático S Tronic. Asociado además a un sistema de hibridación ligera que le permite obtener la etiqueta ECO de la DGT, esta versión me ha gustado especialmente por su suavidad, manteniendo además un nivel de empuje y prestaciones más que suficiente para rodar a alta velocidad sin ningún esfuerzo.

El aislamiento sigue siendo más que notable como en cualquier Audi de alta gama, una sensación de aislamiento que permite circular durante cientos y cientos de kilómetros sin ningún tipo de fatiga. El Audi Q5 Sportback se puede calificar, sin lugar a dudas, como un gran rodador. Equipado con llantas que van desde las 18 hasta las 21 pulgadas, la opción de la suspensión neumática le otorga además un extra de polivalencia.

La gama del Audi Q5 Sportback

El Audi Q5 Sportback, que ya está a la venta en nuestro país, cuenta con un generoso equipamiento de serie que incluye, en cualquier acabado y motorización, elementos como los faros LED, el climatizador automático bizona, la instrumentación digital Audi Digital Cockpit con pantalla de 12.3″, las llantas de 18 pulgadas, el portón de maletero eléctrico o el sistema multimedia MIB3 con pantalla táctil.

Evidentemente, como en cualquier Audi de alta gama, las posibilidades de equipamiento son muy muy destacables, ya que el Audi Q5 Sportback puede montar opcionalmente elementos como la mencionada suspensión neumática, los faros Matrix LED, los mencionados pilotos posteriores con tecnología OLED, llantas de hasta 21 pulgadas, molduras decorativas en diferentes materiales como el aluminio o la madera sin lacar o diferentes paquetes de asistentes a la conducción.

A nivel mecánico, la gama de motores arranca con los diésel, con dos variantes del motor 2.0 TDI con 163 CV (35 TDI) y 204 CV (40 TDI), el mencionado motor de gasolina 2.0 TFSI de 265 CV que da vida a la variante 45 TFSI y dos versiones híbridas enchufables TFSIe con 300 CV (50 TFSIe) y 367 CV (55 TFSIe). Para los que busquen un planteamiento más dinámico, existe también la opción de hacerse con la variante SQ5 Sportback, dotada de un motor 3.0 TDI con 341 CV.

A excepción de la versión diésel menos potente, el resto cuenta con tracción integral quattro ultra de serie, así como sistema mild-hybrid, sistema que evoluciona en el caso de las versiones híbridas enchufables a un sistema eléctrico completo alimentado por una batería de 14.4 kWh de capacidad útil que, además, obtienen la etiqueta CERO de la DGT.

Los precios del Audi Q5 Sportback parten de los 55.080€ de la variante Advanced 35 TDI, alcanzando los 82.160€ en el caso del Audi SQ5 TDI Sportback.