No habrá default de Estados Unidos. Según confirmaba la madrugada del lunes su presidente, Joe Biden, el Congreso votará el acuerdo para ampliar el techo de gasto en la primera economía del mundo, aunque conllevará recortes en la capacidad de gasto público, lo que afectará a la campaña hacia la Casa Blanca.
“El acuerdo representa un compromiso y esto significa que nadie tiene todo lo que quiere, pero esa es la responsabilidad de gobernar”, apuntó el mandatario en una rueda de prensa en la que llamó a las dos cámaras a aprobar la norma que evitará que Estados Unidos entre en suspensión de pagos.
“Insto encarecidamente a ambas cámaras a aprobar ese acuerdo. Sigamos avanzando en el cumplimiento de nuestras obligaciones y en la construcción de la economía más fuerte del mundo”, afirmó Biden en la Casa Blanca.
La bolsa japonesa ha sido una de las primeras en reaccionar a las palabras del presidente de los Estados Unidos y lo ha hecho con subidas, aunque la jornada ha ido de más a menos. El Nikkei, que agrupa a los 225 títulos más representativos llegó a anotarse más de un 2% en la apertura, aunque posteriormente moderó las subidas. Ese peor resultado no impidió que el indicador volviera a atacar sus máximos en más de 30 años.
No obstante, el comportamiento del parqué japonés no fue extensible a todas las plazas asiáticas, ya que China sí retrocedió posiciones, aunque de manera débil. El CSI 300 cedió más de medio punto porcentual no solo tras la resaca del acuerdo en Estados Unidos, sino también de la victoria de Erdogan en Turquía, que prolongará su mandato tras resultar vencedor en la segunda vuelta de las elecciones celebradas este domingo.