El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó ligeramente al alza su expectativa de crecimiento sobre el PIB de México para este año a 1.8 por ciento, desde el 1.7 por ciento estimado en enero.
Para el 2024 mantuvo sin cambio su estimación en 1.6 por ciento, de acuerdo con el reporte de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, en inglés) divulgado este martes.
La dirección de las expectativas sobre la economía mexicana contrasta con las de la actividad a nivel mundial, pues el organismo recortó su estimación a 2.8 por ciento, desde el 2.9 por ciento para este 2023; mientras que para el 2024 pasó a 3.0 por ciento, desde 3.1 por ciento.
La estimación del FMI está por debajo del pronóstico de la Secretaría de Hacienda que espera un crecimiento puntual de 3.0 por ciento para este año y el siguiente, según los Pre-Criterios 2024.
“La recuperación gradual de la economía mundial tanto de la pandemia como de la invasión de Rusia a Ucrania sigue en marcha. La economía china se está recuperando con fuerza con su reapertura. Las interrupciones en la cadena de suministro se están reduciendo, mientras que las interrupciones en los mercados de energía y alimentos causadas por la guerra están retrocediendo”, refirió Pierre-Olivier Gourinchas, director del Departamento de Estudios del FMI.
En cuanto a la economía de Estados Unidos ven que el PIB crezca 1.6 por ciento, mejor al 1.4 por ciento estimado a inicios del año, y hacia el 2024 ven una expansión de 1.1 por ciento, por encima del 1.0 por ciento anterior.
Sobre la economía china no hubo cambios para 2023 y 2024, y dejaron su expectativa en 5.2 y 4.5 por ciento, respectivamente.
Gourinchas añadió que “el endurecimiento masivo y sincronizado de la política monetaria por parte de la mayoría de los bancos centrales debería comenzar a dar sus frutos, con la inflación retrocediendo hacia los objetivos”.
La expectativa sobre la inflación a nivel global se ubica en 7.0 por ciento al cierre de este año y 4.9 por ciento en 2024; en las economías avanzadas se ubicaría en 4.7 por ciento en 2023 y 2.6 por ciento en el siguiente, y en mercados emergentes y economías en desarrollo estaría en 8.6 y 6.5 por ciento.
“La inflación es mucho más rígida de lo previsto. Si bien la inflación mundial ha disminuido, eso refleja principalmente la fuerte reversión de los precios de la energía y los alimentos. Pero la subyacente, que excluye energía y alimentos, aún no ha tocado techo en muchos países”, dijo Gourinchas.