Quién nos iba a decir a mediados de marzo, cuando el coronavirus se expandía por todo el planeta y las bolsas vivían derrumbes históricos por el miedo al impacto económico, que solo unos meses después íbamos a volver a ver ganancias anuales y máximos históricos en Wall Street.
Pues así está siendo. Las acciones estadounidenses subieron este lunes en la bolsa de Nueva York al punto de que el índice S&P 500 (^GSPC) recuperó sus pérdidas de 2020 y el indicador Nasdaq 100 (^IXIC), que aglutina a las tecnológicas más importantes del mercado, superó su último máximo histórico que selló el pasado 19 de febrero, antes de que el brote de coronavirus asolase el país.
Desde los mínimos de marzo, el S&P 500 ha subido ni más ni menos que un 45%. Una auténtica locura para un mercado bursátil como el de Nueva York, poco dado a las fuertes fluctuaciones.
“Mientras los datos mejoren y el mercado tenga el viento de la liquidez a su favor, probablemente continuará aumentando”, dijo Ed Campbell, gerente de cartera y director gerente de QMA. “No apostaría contra la renta variable en este momento”.
¿Son los inversores demasiado optimistas?
Sin embargo, no todos los analistas están tan convencidos de que sea así y estas vertiginosas subidas les provocan bastante vértigo. Su argumento es que el mercado de acciones parece demasiado optimista en estos momentos, teniendo en cuenta que las perspectivas económicas para lo que queda de año y 2021 no son nada halagüeñas. Son muchos los economistas que esperan una recuperación larga, después del daño provocado por la paralización de la actividad en prácticamente todo el mundo para frenar la expansión de la COVID-19.
El parqué neoyorquino siguió reaccionando este lunes a los sorprendentes datos macroeconómicos divulgados el viernes por el Departamento de Trabajo sobre la economía de EE.UU., que este mes de mayo añadió 2,5 millones de empleos cuando se esperaba la destrucción de 8 millones.
Por otra parte, los operadores reaccionaron positivamente a un anuncio de la Reserva Federal de que ha cambiado las condiciones de su programa de préstamos para empresas pequeñas y medianas para facilitarles el acceso y que puedan reabrir y así apoyar la recuperación.
Están también pendientes de la reunión sobre política monetaria que celebra el banco central entre el martes y el miércoles que concluirá con declaraciones de su presidente, Jerome Powell, sobre las perspectivas económicas del país.
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