Normalmente la naturaleza suele tener una razón evolutiva para todas las características de un animal. Si eso es cierto, ¿por qué los Tyrannosaurus rex? tenían los brazos tan ridículamente pequeños? El paleontólogo de la Universidad de California Berkeley Kevin Padian tiene una nueva teoría.
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Padian es profesor de Biología integrada en Berkeley, y una de las preguntas que más escucha de sus alumnos es precisamente por qué los T-Rex tenían los brazos tan pequeños. Vaya por delante que no existe una respuesta definitiva sobre esa cuestión. Tan solo hipótesis. En 2017, el paleontólogo de la Universidad de Hawái Steven Stanley publicó un estudio en el que postulaba la teoría de que los Tyrannosaurus usaban sus bracitos para provocar graves laceraciones en sus presas cuando las tenían a corta distancia igual que los gatos arañan salvajemente con las patas traseras cuando se aferran a su presa (o al brazo de un infortunado humano) .
La teoría de Stanley se sostiene por detalles como el hecho de que los brazos del T-Rex, aunque pequeños, están dotados de una fuerte musculatura que les permite movimientos rápidos. Eso por no mencionar que los bracitos están rematados en dos afiladas garras. Ambos rasgos (la pérdida de una garra para incrementar la presión de las otras dos sobre la presa y la musculatura) parecen descartar la idea de que los brazos del T-Rex eran tan solo un apéndice vestigial condenado a estar permanentemente en desuso.
Sin embargo, la teoría de Stanley no explica por qué los brazos eran tan cortos. Si realmente los T-Rex los usaban para atacar, se hubieran beneficiado de una mayor longitud. En este punto es donde entra la hipótesis de Kevin Padian. La teoría de este biólogo recién propuesta en Acta Palaentologica Polonica es que los T-Rex evolucionaron sus brazos cada vez más cortos… para que no se los arrancaran accidentalmente.
Cada vez hay más evidencias de que los T-Rex no eran animales tan solitarios como creemos, sino que convivían en pequeños grupos, al menos para algunas cosas. Es posible que estos enormes dinosaurios carnívoros se reunieran alrededor de una presa abatida para alimentarse de ella igual que hoy hacen los lobos o los buitres. En ese contexto, tener los brazos cortos era una ventaja.
“Imagina a varios Tyrannosaurus Rex abalanzándose sobre una misma presa”, relata Padian. “Tienes varias cabezas masivas y dotadas de unas mandíbulas y dientes increíblemente poderosos tratando de hacerse un hueco, mordiendo, desgarrando carne y rompiendo huesos a bocados en un frenesí alimentario. ¿Qué pasa si te acercas mucho al lugar donde uno de tus amigos está comiendo? Pues que quizá te advierta de que estás invadiendo su espacio vital de una manera muy expeditiva: cercenándote el brazo”.
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Padian explica que este tipo de canibalismo accidental no es raro entre reptiles. A veces se ha observado a los cocodrilos y caimanes amputar accidentalmente los miembros de otros de su misma especie durante un frenesí alimentario. En este escenario, tener los miembros anteriores cortos ayudaría al T-Rex a evitar daños durante la alimentación. El problema es que no explica cómo llegaron a hacerse tan pequeños en primer lugar.
Cuando la especie extinta fue descubierta en 1900, su descubridor desechó los brazos del T-Rex al no ser capaz de creer que pertenecieran a un animal tan grande. Puesto en perspectiva, si los seres humanos tuviéramos los brazos tan pequeños como el T-Rex en relación a nuestro propio tamaño tendríamos unos brazos de… 13cm. [vía IFL Science]






