Pfizer informa que tercera dosis de su vacuna aumenta inmunidad contra variantes

0

En los próximos días, Pfizer entregará los resultados de su ensayo a las autoridades regulatorias. Foto: AFP

Los aumentos en los casos de COVID-19 en varias partes del mundo y la presencia de diferentes variantes, como la Delta, han encendido las alarmas.

Ante esto, la farmacéutica Pfizer informó que tiene “datos alentadores en el ensayo de refuerzo en curso de una tercera dosis”.

“Los datos iniciales del estudio demuestran que una dosis de refuerzo administrada 6 meses después de la segunda dosis tiene un perfil de tolerabilidad consistente, a la vez que genera altos títulos de anticuerpos neutralizantes contra el virus y la variante Beta, que son de 5 a 10 veces más altos que los que se producen después de las dos dosis primarias”. Comunicado de Pfizer

La farmacéutica estadounidense informó que tienen previsto presentar los datos a la FDA, a la EMA y a otras autoridades regulatorias en las próximas semanas.

Además, en días pasados en un estudio reciente publicado en la revista “Nature” demostraron que los sueros inmunes “obtenidos poco después de la segunda dosis de la serie primaria de dos dos dosis de la vacuna de Pfizer tienen fuertes títulos de neutralización contra la variante Delta”.

Aunque Pfizer y BioNTech señalan que una “tercera dosis tiene el potencial de preservar los niveles más altos de eficacia protectora contra todas las variantes actualmente conocidas, incluida la Delta”, las empresas se mantienen “vigilantes y están desarrollando una versión actualizada de la vacuna con la codificación de la proteína de espiga completa de la variante Delta”.

Las farmacéuticas prevén que los estudios clínicos se inicien en agosto, sujeto a las aprobaciones regulatorias.

Y de acuerdo con Pfizer y BioNTech, aseguran que una “tercera dosis puede ser beneficiosa entre los 6 y 12 meses siguientes a la segunda dosis para mantener loas niveles altos de protección”.

Según datos de Israel la eficacia de la vacuna luego de 6 meses se mantiene alta en prevención de hospitalización y severidad, pero disminuye en términos de prevención de infección y enfermedad sintomática.

Esto ha ocurrido en un periodo donde Delta se ha convertido en una variante dominante en Israel, así como en muchos otros países.