¿Qué es el hongo Candida auris que ha infectado a pacientes COVID?

0

Autoridades de Salud en México emitieron el 9 de diciembre un aviso epidemiológico después de detectar diez infecciones de Candida auris entre pacientes que se enfermaron de COVID-19, los cuales estaban hospitalizados en Unidades de Cuidado Intensivo de Adultos (UCIA) en Nuevo León.

Este tipo de infecciones ocurren principalmente en pacientes internados cuyo sistema inmunitario está debilitado por distintas enfermedades y que tienen en su cuerpo dispositivos como respiradores o catéteres. Además representan un reto para los médicos porque es difícil su tratamiento y pueden poner en riesgo la vida de las personas.

Pero, ¿el hongo representa una nueva amenaza? Te explicamos los detalles:

Qué es y cuáles son sus síntomas

Candida auris es un tipo de hongo microscópico o levadura que pertenece al género de las Candida, los cuales normalmente causan infecciones en la piel, la boca, la garganta o los genitales, conocidas como candidiasis.

Lee más: El cáncer es un desorden celular, no un hongo

Algunos hongos de este tipo, como es el caso de C. auris, pueden causar candidiasis invasiva, que consiste en una infección de la sangre, del sistema nervioso central o de los órganos internos.

Este hongo en especial afecta especialmente a pacientes que tienen algún problema médico grave y que se encuentran hospitalizados, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

La agencia estadounidense señala que los síntomas más comunes por infección invasiva de Candida son fiebre y escalofríos que no mejoran con antibióticos, pero normalmente no se perciben porque los pacientes infectados tienen otra enfermedad grave, además de que depende de la parte del cuerpo afectada.

Si bien son infecciones tratables, los CDC advierten que “más de 1 de cada 3 pacientes con una infección invasiva por C. auris muere”, aunque en general cualquier infección invasiva de Candida puede volverse grave e incluso mortal.

Entérate: El dióxido de cloro no se usa para transfusiones y su consumo es peligroso

La agencia ha identificado en Estados Unidos 1,433 casos confirmados de infecciones por este hongo en el país. Para México, el conteo con corte hasta el 15 de noviembre incluía únicamente un caso.

Resistencia a medicamentos y detección

Uno de los retos a los que se enfrentan los médicos e investigadores es la resistencia que pueden tener ante los medicamentos.

“Algunas infecciones por C. auris han sido resistentes a los tres tipos de medicamentos antimicóticos disponibles”, detallan los CDC.

El artículo Recomendaciones para la llegada de Candidiasis auris a México. Cómo evitar y controlar su transmisión, publicado en 2019 en la Revista de Enfermedades Infecciosas en Pediatría, señala en este sentido que se ha recomendado el uso de equinocandinas como tratamiento empírico.

“Es indispensable contar con cantidades suficientes de antimicóticos empleados para el tratamiento en todos los hospitales, tanto de atención privada como pública; todo ello en tanto los laboratorios que trabajan desde hace dos años en la creación de una vacuna terapéutica contra C. auris la tengan disponible”, dijeron entonces los autores del estudio.

Sin embargo, como advierte la Organización Panamericana de la Salud, no se cuenta con evidencia suficiente sobre el tratamiento apropiado, “pero a nivel inicial no se aconseja la utilización de terapia antifúngica combinada, aunque el personal clínico debe de realizar la toma de decisiones de forma individualizada”.

Te puede interesar: Doctora dio datos falsos, manipulados y sin contexto sobre COVID en entrevista con universidad de Querétaro

Otra de las dificultades que plantea este hongo es que puede ser identificado erróneamente como otras especies de Candida, lo cual puede causar un diagnóstico y tratamiento equivocado.

Los CDC recomiendan la obtención del perfil protéico mediante MALDI-TOF (desorción/ionización láser asistida por matriz) para diferenciar al hongo, aunque señalan que no todas las bases de datos incluidas en estos dispositivos permiten su detección.

“Los medicamentos ya existen, solo que normalmente no los usamos para casos de hongos en la sangre, no estamos pensando en ellos cuando tenemos un paciente grave, y de igual manera no todos los hospitales tienen la tecnología para identificarlos”, explicó a Animal Político el doctor Uri Torruco García, internista infectólogo de Veracruz.

Relación con casos de COVID y contagio

Además de reportar diez casos de infección en México, el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (CONAVE) tiene registro 34 colonizaciones en Nuevo León, personas que tienen el hongo en alguna parte de su cuerpo, pero no tienen infección o síntomas.

Torruco García explicó que la relación entre la COVID y los casos de infección con Candida auris se relacionan únicamente por las condiciones de los pacientes: personas que han estado hospitalizadas, que recibieron antibióticos por mucho tiempo y con enfermedades que los llevaron a la hospitalización.

“Existen otras infecciones que suceden en el hospital, de la misma forma y circunstancia. Lo importante aquí es, por un lado, que no todos los laboratorios son los suficientemente capaces para identificar a este microbio, y la otra es que los medicamentos que usamos no suelen funcionar”, comentó.

“No deberíamos sumarlo a la ola de cosas que nos atemorizan de la COVID-19, más bien es un asunto de microbios hospitalarios”, dijo.

De acuerdo con los CDC, cualquier persona puede ser colonizada por el hongo, aunque normalmente desarrollan infecciones invasivas las personas que se encuentran hospitalizadas. No obstante, es posible que alguien colonizado pueda esparcirlo.

“Cuando las personas que están en hospitales u hogares de adultos son colonizadas, la C. auris puede propagarse desde sus cuerpos y puede pasar a otras personas u objetos cercanos. Esto le permite al hongo propagarse a las personas que estén a su alrededor”, advierten.

Específicamente en el caso mexicano, el CONAVE recomendó que los pacientes hospitalizados con registro de este hongo sean aislados y que los hospitales garanticen la capacitación, evaluación y disponibilidad de insumos para su realización adecuada.