Una noche que debía ser de rutina se convirtió en una pesadilla cuando un vuelo de American Eagle se vio envuelto en una colisión fatal con un helicóptero militar sobre las heladas aguas del río Potomac en Washington, D.C.
El CEO de American Airlines, Robert Isom, se dirigió al público con un mensaje cargado de pesar y determinación. “Este es un día difícil para todos en American Airlines”, expresó Isom, “y nuestros esfuerzos en este momento están completamente enfocados en las necesidades de nuestros pasajeros, miembros de la tripulación, socios, socorristas, así como en sus familias y seres queridos”.
El vuelo 5342 de American Eagle, operado por PSA Airlines, partió desde Wichita, Kansas, con destino al Aeropuerto Nacional Reagan. A bordo viajaban 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación. Según los informes, la aeronave colisionó con un helicóptero militar Blackhawk (H-60) durante su aproximación al aeropuerto, precipitándose a las gélidas aguas del río.
Los equipos de rescate trabajan incansablemente para encontrar sobrevivientes, mientras que American Airlines ha activado su equipo de asistencia para brindar apoyo a los pasajeros y sus familias. “Nuestro equipo de profesionales altamente capacitados estará trabajando sin descanso para apoyar a nuestros pasajeros, tripulación y sus familias en todo lo que podamos”, aseguró Isom.
La investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte está en curso, y American Airlines ha prometido cooperar plenamente para determinar las causas de este trágico accidente. “Continuaremos compartiendo información precisa y oportuna tan pronto como podamos”, afirmó el CEO.
Mientras la nación se une en oración por las víctimas, N24 se mantiene al tanto de los últimos desarrollos y brindará actualizaciones en tiempo real sobre este devastador incidente.
